Hace doce años vivimos en México la pandemia por la influenza A(H1N1). Durante al menos dos semanas, recorrimos las calles vacías del Distrito Federal con miedo a este nuevo tipo de virus. Según datos de salud pública, hasta octubre de 2009 se registraron más de 67 mil contagios y 398 fallecimientos en el país.
La memoria de esos días se cruzan con lo que vivimos hoy. Pero esta vez la emergencia se ha extendido ya once meses. Y no acabará pronto. La ahora Ciudad de México muestra calles otra vez vacías, gente con cubrebocas, comercios cerrados, escenas que nos remontan a la primavera de 2009. ¿Habremos aprendido algo? Por lo menos hemos confeccionamos mejores cubrebocas –algunos más pintorescos, otros más efectivos. Aquellos cubrebocas azules y desechables que usamos en 2009 no nos protegen del COVID-19.
Por Eunice Adorno
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