Falsos videos donde la historiadora Beatriz Gutiérrez Müller —esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador— lanza reproches a la actriz Galilea Montijo; notas sobre la ficticia detención de Angélica Rivera, La Gaviota, o declaraciones racistas que nunca hizo Ricardo Anaya, candidato presidencial en 2018. Ese tipo de noticias falsas, fake news por su nombre en inglés, se lanzan y replican en una red de servidores y páginas de Facebook registradas en Venezuela y Turquía. Compuesta por 126 sitios web —de los cuales 27 siguen activos—, esta red monetiza el fervor obradorista a 30 centavos de dólar, por cada mil clics.
Es un modelo de negocio basado en la publicidad digital, a través de portales que atraen visitantes con noticias falsas. Este fenómeno ya se había detectado en Venezuela con sitios web que inventaban y replicaban noticias sobre política interna, explica Adrián González, director del proyecto venezolano Cazadores de Fake News, dedicado a la verificación informativa.
Se trata, detalla el experto, de personas que “se dieron cuenta que podían ganar bastante dinero, y ahí tienen sus páginas que amplifican desinformación”.
Una especialista de Reklam9, empresa de marketing que comercializa los espacios publicitarios de esta red de portales con notas falsas, confirmó la información. De hecho, una de las personas que generan estas páginas de notas falsas, de nombre Jhonatan Salazar, ya había sido detectado como difusor de fake news de contenidos sobre Venezuela.
“Hace cinco años registró una web. Me acuerdo qué rompió un récord de (contenidos) compartidos en Google […] Cuando me dices que estas personas venezolanas están haciendo noticias sobre México, lo primero que me viene a la mente es que las campañas publicitarias mexicanas son mejor pagadas”, añadió la especialista.
“A mi esposo lo respetas”
“A mí no me amenazas en redes, a mi esposo lo respetas”, le dijo Beatriz Gutiérrez Müller a la actriz Galilea Montijo en un video. No se sabe cuándo y dónde grabó la esposa del presidente de México este mensaje. De hecho, nadie lo ha visto. El video no existe, es fake news.
La nota titulada “[Video]: Beatriz Müller advierte a Galilea Montijo: A mí no me nombres en redes a mi Esposo lo respetas” fue compartida más de 22 mil veces sólo el primer día en que comenzó a circular en Facebook, el 21 de agosto de 2020.
De acuerdo con la herramienta de monitoreo de contenidos Crowdtangle, el enlace fue publicado, en un solo día, 70 veces en 58 grupos de simpatizantes del presidente López Obrador… desde 19 cuentas de Facebook cuyos usuarios marcan su ubicación en comunidades venezolanas como Valle de la Pascua, Zaraza y Maracay.
En los días siguientes, la nota falsa sobre Gutiérrez Müller y Montijo llegó a 128 comunidades de Facebook que congregan a personas afines a López Obrador y acumuló 83 mil 188 interacciones: más de 54 mil reacciones, más de 25 mil comentarios y fue compartida más de 3 mil veces más.
En el cuerpo de la nota se adjunta un video del canal de YouTube “Charro Político”, en el que las conductoras Juncal Solano y Jazmín Gómez opinan sobre personajes de la farándula críticos del presidente de la República. Nunca se presenta la información anunciada, el supuesto mensaje de Gutiérrez Müller a Montijo.
Además de las 126 páginas web que publican estas notas falsas, existen al menos 39 cuentas en Facebook que diariamente replican dichos contenidos. De acuerdo con la sección de Transparencia de Facebook, 23 de esas cuentas son administradas desde Venezuela.
La huella digital
Según el directorio de dominios web WHOIS, entre agosto y noviembre de 2019, en las comunidades venezolanas de Valle de la Pascua, Maracay y Tucupido fueron registrados 76 sitios a nombre de Jhonatan Salazar, José Martínez, Manuel Campos, José Bermúdez y Edgardo Navas. El resto de los dominios han sido registrados de forma anónima, marcando ubicaciones como Distrito Capital, en Venezuela, y Ankara, en Turquía.
Adrián González, director del proyecto venezolano Cazadores de Fake News, dedicado a la verificar la veracidad de la información que circula en portales venezolanos, explica en entrevista con Corriente Alterna que en ese país sudamericano se han detectado sitios web que difunden notas falsas, que apelan a las filias y fobias de la gente para generar clics, de manera sistemática.
No obstante, abunda González, en Venezuela existen muchos obstáculos para registrar un sitio web, debido a la censura del régimen venezolano: “Si tú vas a registrar un sitio web, estás metiéndote en camisa de once varas: contratar el dominio, en lo general, es muy complicado en Venezuela y, por eso, la gente suele contratarlo afuera”. Sin embargo, la censura del gobierno venezolano está centrada en el control de información sobre la política interna, no necesariamente en vigilar sitios web que generan notas sobre otros países.
El negocio de las filias y fobias
Desde octubre de 2020, un usuario detrás del nombre “MEXICO MORENA (Marck Google Service)” dio de alta 20 sitios web que se sumaron a la red de portales venezolanos que difunden fake news sobre política mexicana. La única diferencia es que este nuevo grupo de páginas web registraron como domicilio la calle Abdullah Cevdet número 8, en el distrito Çankaya, de Ankara, Turquía.
A poca distancia de esa ubicación, en el número 35 de la calle Tekstilciler, están las oficinas de Reklam9, una agencia de mercadeo digital que, de acuerdo con su página web, “ofrece soluciones de monetización que incluyen servicios de publicidad” en internet a través de Google AdX, un servicio de Google con el que se comercializan anuncios en portales web.
Reklam9 forma parte de Adreact, una agencia británica de publicidad digital con sede en Londres, que ofrece dos plataformas de diseño web y gestión de contenidos, Webeyo y Vidyomani; ambas plataformas son usadas por la red de sitios que difunden notas falsas sobre política mexicana, para monetizar decenas de contenidos cada día.
Consultada por Corriente Alterna, una representante de Reklam9 confirmó que dicha empresa está al tanto de la existencia de los portales que difunden notas falsas en favor de López Obrador o en contra de sus adversarios políticos.
Sin embargo, aseguró que la agencia no interviene en los contenidos que publican los portales, salvo en los casos en los que sus clientes infringen normas de Google; por ejemplo, subir contenidos con amenazas, crueldad animal o pornografía. En esos casos, los contenidos son borrados por Reklam9, pero no en el caso de las fake news.
“Cerramos sitios web todo el tiempo, relacionados con noticias de México (…) este caso (las páginas que difunden desinformación) se presenta en todos los países, especialmente cerca de las elecciones. Cada vez que hay elecciones estamos cerrando sitios como locos”, apuntó la especialista, quien reconoció al usuario Jhonatan Salazar, uno de los generadores de notas falsas sobre política mexicana, como un cliente de la agencia. En un inicio, detalló, este usuario se dedicaba a difundir noticias sobre Venezuela.
Ahora, su mercado es México.
“Cuando me dices que estas personas venezolanas están haciendo noticias sobre México, lo primero que me viene a la mente es que las campañas publicitarias mexicanas son mejores pagadas”, y por eso los generadores de notas falsas han apostado a mover las sensibilidades del público mexicano, para generar clics.
Explica, asimismo, que los precios por publicidad son cambiantes y, aunque no hay un monto preciso sobre la retribución que puede recibir un sitio por mostrar anuncios, el coste por mil impresiones (CPM) en México es de alrededor de 30 centavos de dólar. “Con que los usuarios lo vean, es suficiente para que la persona (que genera esos contenidos) gane dinero”, señala.
La especialista de Reklam9 —que pidió omitir su nombre, pero Corriente Alterna verificó su identidad— indica que las campañas publicitarias en Google y Facebook se basan en la geolocalización: “entre más local llega un anuncio, mejor se paga”, y aprovechan los datos personales que los usuario proporcionan al usar apps para dirigirles contenidos específicos, sin importar que eventualmente se basen en información falsa.
Gracias a ello, los generadores de notas falsas elevan el número de lecturas prácticamente sin mover un dedo: “Si tú estás metido en leer cosas pro-López Obrador, Facebook te lo va a ir mostrando (…) Hay gente que se escandaliza ‘¡Ah, mi teléfono me está escuchando!’ Pero no te está escuchando nadie, tú estás subiendo los datos a internet de lo que tú quieres, lo que anhelas, lo que te mencionaron, lo que te recomendaron, todo está en línea”. Y, eso, es mercantilizado en favor de los creadores de sitios web.
En el curso de esta investigación periodística no se encontraron evidencias, ni indicios, de que esta red de 126 portales que difunden fake news en favor de López Obrador, o en contra de sus adversarios, esté vinculada directa o indirectamente con actores políticos mexicanos.
La industria de la desinformación
Luis Ángel Hurtado Razo, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, ha investigado el fenómeno de la desinformación desde hace más de diez años. Su experiencia con los casos que ha documentado le permite aseverar que la difusión de noticias falsas es un negocio rentable, a partir del cual se ha desarrollado una industria en la que participan “personas especializadas no solo en comunicación sino, también, en diseño gráfico, filosofía, sociología, politología, derecho, economía”.
Las fake news, explica el investigador, apuestan a mover los sentimientos de la gente para provocar o reforzar ideas y comportamientos a partir de sus filias y fobias, en vez de hacerlo con base en reflexiones argumentadas. “Las fake news son más emotivas y no tan racionales, por eso tienen tanto impacto” entre los usuarios que se sienten interpelados, destaca Hurtado Razo.
En este caso, las notas falsas sobre política mexicana son empleadas para provocar un comportamiento específico en los usuarios de internet: hacerlos ingresar a un portal con espacios de publicidad comercializados por empresas de marketing digital y, así, acarrear ganancias económicas a quienes compran y venden espacios publicitarios, y también a los operadores de los sitios web con los que funciona este sistema de difusión.
En la actualidad, señala Hurtado, pueden identificarse tres tipos de desinformación digital: La misinformation o información imprecisa que no tiene la intencionalidad de causar daño, la disinformation, que tiene la intencionalidad de atacar, y la malinformation que es información descontextualizada con una intencionalidad de ataque.
Los gobiernos y sus organismos de inteligencia, destaca el académico, poseían el monopolio de la desinformación y lo explotaban en beneficio de sus propios intereses. Pero, a partir de que internet se masificó a inicios del siglo XXI, los internautas adquirieron la capacidad de producir sus propios contenidos: “Ahora cualquier usuario puede contratar un portal web o tener un perfil en Facebook, Instagram, etcétera. No hay reglamentación, no hay un control. Por lo tanto, la desinformación deja de ser un tema de Estado o de gobiernos y pasa a ser un tema de sociedad, de intereses particulares”.
El especialista señala que “la industria de la desinformación no solo vive de la publicidad sino de pedidos en temporada de elecciones” y, en el presente, estrategas de partidos políticos de todo el mundo contratan servicios de fake news. Los generadores de notas falsas, concluye, “te hacen paquetes: básico, intermedio y premium (…) Todo eso lo propagan a partir de ‘granjas’ o ‘minas’ de bots, que ya tienen preconstruidas. Esos paquetes pueden ir de los mil dólares hasta los 50 mil dólares”.
Infodemia rumbo al 6 de junio
En el proceso electoral mexicano de 2021 se disputarán más de 20 mil cargos de elección popular, entre ellos 500 diputaciones federales y 15 gubernaturas. En los comicios federales se definirá si el partido Morena, del presidente López Obrador, mantiene la mayoría en la Cámara de Diputados alcanzada hace tres años.
Las campañas profesionales de desinformación inciden en los procesos electorales de todos los países del mundo, tal como Facebook ha documentado en sus informes mensuales de “Comportamiento inauténtico coordinado”.
La red social indica que esta clase de comportamientos “son esfuerzos coordinados para manipular el debate público y lograr un objetivo estratégico”, por lo que “las cuentas falsas son parte central de la operación”. Al mismo tiempo, identifica dos tipos de actividades “inauténticas”: las operadas por particulares y aquellas a nombre de un actor extranjero o gubernamental.
De marzo a abril, Facebook reportó la eliminación de 477 perfiles y 144 fanpage, distribuidas en siete redes, que pretendían incidir y manipular el debate público durante las elecciones mexicanas.
Las redes artificiales estuvieron ligadas a candidatos locales de la coalición Va X México (PRI-PAN-PRD) y a candidatos de Morena; además, dos de esas redes se ligan a agencias de mercadeo digital.
Pese a los esfuerzos de Facebook por erradicar las prácticas simuladas al interior de su plataforma, la red operada por los usuarios de Venezuela sobre política en México ha permanecido activa desde mediados de 2019, sin que su capacidad de influir en los votantes haya sido afectada por ninguna acción preventiva, ya sea de las empresas operadoras de servicios digitales o de las autoridades electorales mexicanas.