“¿Cómo van a regresar si no están las aulas limpias porque no nos quieren dar agua?”, pregunta el conserje de la primaria Benito Juárez, ubicada a unos pasos de la estación del metro Olímpica, en Ecatepec.
Antes de la pandemia el agua llegaba dos veces por semana a la escuela. En ocasiones las autoridades mandaban pipas de agua, que eran insuficientes para los dos turnos del plantel. Sin embargo, desde el inicio de la pandemia se suspendió el suministro del líquido, bajo el argumento de hacerlo una vez que los y las niñas retornen al plantel.
—Ahorita los niños no han regresado porque no tenemos el servicio del agua, no tenemos todos los materiales necesarios que se requiere para el regreso a clases —añadió el trabajador.
Las zonas aledañas a la primaria antes mencionada se han caracterizado por llevar a cabo diversas protestas y bloqueos en la Avenida Central en demanda de agua. Tan sólo en lo que va del 2021, se tienen registrados al menos cuatro bloqueos, tres en la Avenida Central y uno en la Vía Morelos.
En la primaria Gabino Barreda, en la Calle Monte Albán, la situación es similar respecto al abasto de agua. A petición del director de la escuela, el municipio otorgó y colocó señaléticas para la higiene y cuidado personal.
“Es obligatorio lavarse las manos”. “Control obligatorio de temperatura”, “Uso obligatorio de cubrebocas”, se lee en la fachada. Lo que la gente sabe es que en Ecatepec el derecho al agua sea más una ficción y en las zonas donde sí la hay, un privilegio.
Fotos: Eunice Adorno / Texto: Diana Hurtado, estudiante