- Por favor, escribe. Escribe todo lo que puedas aunque no sepas sobre qué escribir. No necesitas tener todo perfectamente acomodado; no debes tener la entrevista perfecta ni la vivencia perfecta. La única forma de vencer el miedo a empezar a escribir es escribiendo. Sabes hacerlo.
- Investiga sobre los lugares a los que llegues. No necesitas conocer toda la historia, pero un contexto general ayudará para iniciar pláticas o comprender fragmentos de conversaciones.
- Lleva suficientes bolsas de plástico. Nunca sabes cuándo la lluvia pueda mojar todo tu equipaje; si tu ropa no está protegida tendrás que usar prendas húmedas hasta que puedas lavarla.
- Lleva curitas y medicamento para todo. No asumas que puedes comprar pastillas en cualquier lado o ir al doctor.
- Anota detalles importantes y toma fotos o video de lo que no quieres olvidar. No confíes en tu memoria.
- No desconfíes de lo que crees importante, de lo que te causa curiosidad. Pregunta. Lo peor que puede pasar es recibir una negativa o una explicación demasiado sencilla.
- Pide números de contacto. No postergues cosas que puedes resolver en ese momento: “Mañana le pregunto”, “Cuando nos vayamos le pido su número”. No. El mejor momento para hacer las cosas es el presente.
- Prioriza comprarte cosas a ti antes que llevarle recuerdos a todo el que se te cruce por la cabeza.
- No dejes de disfrutar tu viaje. Puede que estés preocupada pensando en qué escribir, pero no dejes que te consuma. Las experiencias son únicas, no desperdicies todos esos momentos por enfrascarte en una discusión contigo misma.
- Perdónate si no sigues las recomendaciones anteriores.
- Crea una guía para periodistas inseguras y escribe que no pasa nada si no siguen tus consejos.
Estos consejos son resultado de un viaje por Colombia de una fotógrafa (y aprendiz de reportera), sin cámara. Aquí la crónica: