Encontrar un ginecólogo o ginecóloga que en las consultas no cuestione ni juzgue, que atienda con amabilidad y claridad, en resumen, que no ejerza una ginecología machista, es un desafío para las mujeres.
Debido a que una gran parte de las y los ginecólogos atienden con estereotipos de género, con violencia y discriminación, 45% de las mexicanas no acude a ese servicio médico.
El dato es de una encuesta de la plataforma médica Doctoralia y refleja que ejercer la medicina con prejuicios patriarcales provoca que las mujeres sientan vergüenza o miedo en las consultas. El impacto de esa práctica va más allá: obstaculiza que las mujeres detecten problemas de salud a tiempo.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2021, arrojó que 78.6% de las mujeres de 20 años en adelante no se realizó el papanicolaou para la detección del cáncer cervicouterino durante 2020, y 84.4% no se hizo una exploración clínica de senos.
Este podcast narra cómo, pese al panorama desalentador del servicio ginecológico en el país, las mujeres se organizan para encontrar especialistas que orienten a las pacientes a identificar la violencia obstétrica y ginecológica; que en lugar de juzgar expliquen con claridad los procedimientos y cuadros clínicos.
Ellas proponen espacios seguros en la escuela, con la familia y amistades para hablar con las jóvenes y orientarlas en el autodescubrimiento de su cuerpo, de su sexualidad y en el cuidado de la salud.
Algunas colectivas feministas, incluso, apuestan por una ginecología autogestiva. Ésta no se refiere a desechar a los médicos o ir en contra de la ciencia, sino que apuesta a una ginecología donde las mujeres descubran, exploren y observen su cuerpo. Promueve prácticas de autocuidado.