Pirotecnia y arte como aliadas: la obra de Adela Goldbard
La artista Adela Goldbard en una de las salas del Centro de la Imagen. Foto: Sergio Rodríguez-Blanco).

Entre bordados con historias de comunidades en resistencia, un avión de cartón hecho por manos artesanas y fotografías, destaca un lienzo teñido de intensos colores rojos y azules, así inicia la exposición de Adela Golbard.

El pasado 9 de mayo, en el Centro de la Imagen, ubicado en la Ciudad de México, una performance pirotécnica, Adela Golbard, transformó un lienzo blanco en un mural de formas circulares durante la inauguración de la exposición Puesta en escena.

La pieza, que lleva por título Demos gracias por nuestra violencia (después de Roberto Bolaño), se realizó en una colaboración entre Goldbard y Beto Sánchez y tuvo una duración de cinco minutos.

“Consistió en usar bombas de humo que ellos producen para espectáculos, para detonarlas en una pared para que pinten el mural pirotécnico”, expresó Goldbard.

El humo de las bombas pirotécnicas tiñó un mural durante la inauguración (Foto: Sergio Rodríguez-Blanco).

Temáticas de Adela Golbard

Además de captar la atención de las personas asistentes, introdujo temas recurrentes en la obra de Goldbard: la exploración de la violencia, la historia y la política actual a través de una poética visual que refleja las luchas y los asedios territoriales que enfrentan los espacios comunitarios en México.

Adolfo Álvarez, productor de espectáculos pirotécnicos de Tultepec y colaborador frecuente de Goldbard, resaltó el impacto de este vínculo:

“Estas colaboraciones son muy importantes, permiten acercar a la pirotecnia, que es algo muy manual, muy rudimentario, con otro tipo de creaciones más reconocidas como la pintura, la escultura”.

Para Goldbarg, el bordado es una vía narrativa   (Foto: Daniel Rosendo).

Roberto Sánchez, con más de 14 años en la producción pirotécnica, habló sobre la fuerza de estas piezas.

“Representaciones de violencia, manifestaciones contra el gobierno son las temáticas con las que hemos colaborado, de la mano de los explosivos y pirotecnia como principal exponente”.

Además de presentar las obras de Goldbard, en la exposición hay presencia de otros artistas que han documentado desde campañas políticas hasta la vida cotidiana en México.

Fotografías que rememoran demandas comunitarias integran la propuesta de Goldbard (Foto: Daniel Rosendo).

La violencia es una realidad palpable en las comunidades retratadas, explica Goldbard. Por ejemplo, la situación en Arantepacua, Michoacán, aparece capturada en bordados realizados por manos artesanas, en los que se muestran escenas de bloqueos y vehículos en llamas.

El fuego aparece como una narrativa frecuente en las obras de Goldbard (Foto: Daniel Rosendo).

Esta exposición, abierta hasta el 31 de julio, no solo destaca por su crítica artística de los problemas sociales actuales, sino que también subraya cómo el arte colaborativo puede ayudar a forjar una memoria colectiva y fomentar la organización comunitaria ante la adversidad.