Entre carteles, consignas y colores, el pasado 1 de marzo se realizó el taller Salgamos al asfalto en el Museo Universitario del Chopo. La actividad estuvo dirigida por la ilustradora Mariana Lorenzo, Mar Maremoto, quien compartió con niñas, diseñadoras, periodistas y estudiantes la experiencia de diseñar carteles rumbo a la marcha por la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, que se realizara este 8 de marzo.
Mujeres del sur, centro y norte de la ciudad se reunieron en el museo, ubicado en la colonia Santa María la Ribera, para imaginar o recrear frases alusivas a la lucha por los derechos de la mujer como: La lucha es un poema colectivo, Juntas somos más fuertes y Yo te creo, o como dijo una de las mujeres asistentes: “La experiencia de crear para no olvidar”.
Durante un par de horas, elaboraron carteles y compartieron sus experiencias en un ambiente de amistad y crítica a la realidad que vive México, donde se reporta que siete de cada 10 mujeres han vivido algún tipo de violencia, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En entrevista, Maremoto destacó la importancia de la lucha contra las violencias de género en cualquier espacio e invitó a las mujeres a denunciar desde su sitio de trabajo o escuela.
El taller de diseño de carteles se dio en el marco de la exposición “Lumbre. Ilustradoras mexicanas”, en el Museo del Chopo, que reúne a artistas visuales entorno al feminismo y en la que Mar Maremoto también participa como expositora.
Gabriela Martinez, colaboradora del Museo, recordó que “vivimos en un país donde las mujeres han sido violentadas desde niñas de diferentes maneras, detrás de cada mujer hay una historia, hay historias de violencia, pocas veces nos animamos a hablar por el qué dirán o porque te revictimizan con adjetivos que no te favorecen, muchas veces no vemos los contextos que hay detrás, aprendemos a señalar a la otra mujer pero no a la persona que está violentando”.
Gabriela incluyó la frase Yo te creo en su cartel: “Es un yo te creo, creo tu historia, te creo a ti, no estás exagerando y no es tu culpa. La vergüenza no debe ser para ti sino para quien te agrede”.
El INEGI apunta que la violencia psicológica contra las mujeres es la que prevalece: 51.6 por ciento la ha enfrentado alguna vez. Le sigue la violencia sexual, con el 49.7 por ciento; luego la física, con 34.7 por ciento y la violencia economica, patrimonial y de discriminacion con 27.4 por ciento, esto en el espacio comunitario, laboral, escolar, familiar o en su relación de pareja. Todas estas son circunstancias que han sido la antesala de un promedio de diez a once mujeres víctimas de feminicidio y homicidio al día en nuestro país.
“Las víctimas de agresión sexual muchas veces no tienen justicia, es importante alzar la voz, con los niños no”, dijo María Fernanda, una asistente del taller, quien dedicó su cartel al caso del juez Manuel Alejandro Martínez Vitela, quien en días recientes absolvió a un acusado de abuso sexual a una niña de 4 años porque ella fue incapaz de detallar el día, horario y lugar de la agresión.
Mujeres que inspiran a mujeres
Grandes pintoras como Leonora Carrington, Remedios Varo, o personajes de cómic como Hit-Girl, fueron inspiración en el proceso creativo de las asistentes al taller.
Carolina Espinosa, diseñadora gráfica, considera que Hit-Girl, interpretada por la actriz Chloë Grace Moretz en la película Kick Ass, “tiene bastantes tintes feministas, desde la infancia está en rebeldía está en lucha, está en la defensa de su propio ser”.
Carolina también es profesora, y destacó la importancia de empoderar a las mujeres desde la infancia: “Sobre todo a chavitas de 12 a 15 años. Siempre les digo que nunca se callen, que siempre estén conscientes de lo que piensan, que sean reflexivas, que confíen mucho en ellas. Creo que es muy importante desde la infancia, desde la adolescencia, empoderarlas, no sólo desde el ámbito académico, sino también desde lo social, lo político, lo económico, para que sepan que siempre hay alternativas y otras respuestas”.
Leslie Aislin, estudiante de la Facultad de Artes y Diseño, considera que, por ejemplo, en el mundo del arte las mujeres son menospreciadas o silenciadas. “Creo que no se nos da los créditos que son necesarios, es más complicado hacer que la gente confíe que eres una profesional, que tú sabes del tema, incluso hasta los maestros te cuestionan como si no estuvieras empapada en su misma área, es un tema por la edad, supongo, pero también por ser mujeres, se nos cree más débiles o menos inteligentes, es algo que se vive mucho”.
En una cartulina rosa, Leslie Aislin plasmó la icónica frase de la artista Leonora Carrington: “No tuve tiempo de ser la musa de nadie. Estaba demasiado ocupada rebelándome contra mi familia y aprendiendo a ser artista”.
Leslie cuenta que “en la escuela yo me dí cuenta que sólo nos dan esas historias de Leonora Carrington o Remedios Varo, pero en realidad son muchas otras mujeres detrás de varias áreas y siento que eso no nos lo platican, los protagonistas siempre son los hombres y a veces eso te hace pensar que tú a lo mejor y no vas a llegar tan lejos, porque así como no cuentan las historias de mujeres, a lo mejor no va a contar tampoco la tuya, por eso es importante alzar la voz, unirnos y reconocernos entre nosotras”.
La propia Carrington, figura emblemática del surrealismo, también luchó por separar su nombre de quien entonces era su pareja, el pintor Max Ernst y llegó a declarar: Aprendí mucho de él y me liberé, pero yo ya pintaba y escribía desde que tenía cinco años, seguramente cosas horribles, pero finalmente nací con mi vocación y mis obras eran solamente mías.
Carteles, brillantina y colores con Mar Maremoto
Mar Maremoto, ilustradora, recordó que “la ilustración y el diseño sirven para sintetizar conceptos quizá un poco más complejos, sirve ponerlos en imagenes y hacerlos más fáciles de compartir y entender”, y que el cartelismo siempre “ha estado presente en todas las luchas sociales y el arte también”.
En su cuenta de Instagram, la artista visual se presenta con la frase: “Mi rebeldía es mi ternura”. Su trabajo se enfoca en la autoaceptación en un mundo que juzga a las personas, pero sobre todo a las mujeres, por su físico o les impone ideas de cómo deben ser, y donde la ternura y la sensibilidad se juzgan como algo débil, como un defecto, cuando en realidad es una fortaleza.
En una de sus obras, publicada en Instagram, Maremoto plasmó la frase: “No tengo que llenar ninguna expectativa, no te debo nada. Estoy cansada de justificar mi existencia, de probar mi valor. Estoy cansada de buscar validación. Estoy cansada de intentar encajar y de hacerme pequeña. A partir de hoy usaré todo el espacio que necesito, todo el espacio que merezco”.
Jóvenes artistas como Leslie Aislin señalan que es importante “seguir alzando la voz por todos los abusos y todo lo que sufrimos por nuestro género, es importante también plasmarlo de manera gráfica y sobre todo darle voz a las personas que no pueden salir este 8 de marzo a las calles”.
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