La reforma provocó una polémica inmediata, encendida. Hay quien la ha tachado de inconstitucional y de estar hecha con dedicatoria.
El 15 de abril, en votación económica y sin discusión, la Cámara de Senadores aprobó el artículo décimo tercero transitorio de la Reforma al Poder Judicial, hoy conocido más como Ley Zaldívar, porque amplía de cuatro a casi seis años el periodo de Arturo Zaldívar Lelo de Larrea como ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El decreto de ley fue publicado hoy, lunes 7 de junio, por la madrugada, en el Diario Oficial de la Federación.
Hasta entonces, Zaldívar era un abogado destacado, constitucionalista y experto en materia de amparo que llegó a ser ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación durante el gobierno de Felipe Calderón. Desde entonces se fue ganando el respeto debido a sus votos y posiciones incómodas frente al presidente Calderón, primero, y luego frente a Enrique Peña Nieto. Sin embargo, la nueva reforma pone en entredicho esta reputación y deja ver una cercanía con Andrés Manuel López Obrador que podría poner en riesgo la independencia del poder judicial.
Juan Gómez, estudiante de la Unidad de Investigaciones Periodísticas, conversa con el jurista Pedro Salazar Ugarte, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y pregunta: ¿Qué tan cerca está, hoy, el ministro Arturo Zaldívar de López Obrador? ¿Le ha faltado firmeza para defender la independencia del Poder Judicial? ¿Es correcto que llame a los jueces a “entender el mensaje de las urnas” como lo ha hecho? ¿Qué implica que el secretario de Marina señale al Poder Judicial como un “enemigo”?
“Este es un golpe constitucional a la independencia de la Suprema Corte –advierte Salazar Ugarte–. Es una decisión que compromete la independencia del Poder Judicial y que supone una intromisión por parte de los otros poderes en las dinámicas de funcionamiento del mismo. Estamos frente a algo muy serio que no debe de surtir efectos”.