Consulta popular para revocación de mandato: estampas de un “cívico” Domingo de Ramos

De Iztapalapa a la Costa Grande de Guerrero, del Centro Histórico de la Ciudad de México a Xalapa, en Corriente Alterna atestiguamos la consulta popular para la revocación de mandato. Escépticos o convencidos, a veces confundidos por la ubicación de sus casillas, hablamos con las personas que acudieron a las urnas este domingo. 

La consulta por la revocación de mandato, este 10 de abril, es la primera en su tipo que se realiza en México. La boleta solo registra una pregunta y tiene dos opciones: si se está de acuerdo con que el presidente Andrés Manuel López Obrador “se le revoque el mandato por pérdida de la confianza” o “que siga en la Presidencia de la República hasta que termine su periodo”. 

El referéndum necesita que participe al menos 40% de la lista nominal de electores para que el resultado, en cualquier sentido, sea vinculante u obligatorio; esto es, que salgan a votar casi 37 millones de personas. En el único ejercicio similar que se ha realizado en el país, el año pasado, para juzgar o no a políticos de gobiernos anteriores, apenas hubo 7.1% de participación. 

En este contexto, el equipo de la Unidad de Investigaciones Periodísticas salió a las calles a documentar esta jornada en la que se instalaron 99.98% de las casillas previstas en todo el país (57,436), con 76 reubicaciones de casillas y la suspensión de la votación en diez de ellas: ocho por violencia y dos por robo y destrucción del material.

Éstas son las estampas de la consulta popular.

La pregunta

A veces, Rosendo de la Cruz se pregunta por qué votó por Andrés Manuel López Obrador en 2018. Artesano y comerciante informal, ha pasado los últimos dos años toreando policías cada que intenta vender sus alcancías de barro en el Centro Histórico de la Ciudad de México. A sus 69 años asegura que cada vez es más cansado cargar su mercancía por las calles. 

Aunque recibe una pensión para adultos mayores de la Ciudad de México, dice que “no alcanza ni para la renta”. Su principal molestia es que, por la pandemia, “no me dejaban vender en ningún lado: seis meses estuve sin trabajo. Fui a tramitar el seguro del desempleo, [pero] no me lo han dado”.

Son las once de la mañana cuando Rosendo llega a la casilla 4851 en la Primaria Simón Bolívar, ubicada sobre la calle Tres Guerras, en la alcaldía Cuauhtémoc. Nació en Ameyaltepec, un pueblo del estado de Guerrero, pero vive en la capital del país desde hace décadas. Dice que votará porque López Obrador continúe con su mandato, aunque no sabe muy bien por qué: desde que Morena gobierna México y su capital, trabajar en los alrededores se ha vuelto imposible para él y para otros comerciantes que no han logrado un pacto con la actual administración: la policía les quita su mercancía todo el tiempo y cada vez con más saña.

“¡Eso está muy mal! Pero yo se lo paso a él, a él nada más. Porque yo creo que él sí está pensando en el bien de todos. Y, pues, si es por el bien de todos, entonces me conviene ¿no?”.

De acuerdo con observadores ciudadanos, antes del mediodía alrededor de 150 personas habían acudido a votar a la casilla 4851: familias y gente de la tercera edad, sobre todo. Pocas veces se tuvo que hacer fila, pero el flujo de votantes era constante.

El voto de las personas adultas mayores

En la alcaldía Iztapalapa de la Ciudad de México el flujo de personas es lento, pero constante. Sobre todo de personas adultas mayores. En la casilla del distrito electoral 19, instalada en la Escuela Primaria “Profesor Manuel Aguilar Sáenz”, en la Súper Manzana 6 de la Unidad Vicente Guerrero, llegan familias compuestas por personas adultas y jóvenes: “Venimos con ellos porque les queremos enseñar a hacer valer sus derechos como ciudadanos”, explica una de las participantes.

La presidenta de la casilla comenta que, aproximadamente, la participación en la consulta popular ha sido de 80% adultos y 20% jóvenes. 

Una ciudadana pregunta por la ubicación de su casilla. “Los carteles que pusieron para ubicar las casillas están rotos y no son legibles. Pareciera que quieren sabotear las votaciones”, se queja.

En los alrededores hay carteles y cartulinas con la cara sonriente del presidente López Obrador: a uno le arrancaron el pedazo donde estaba la información de “ubica tu casilla” y a una cartulina le borraron las letras escritas con plumón rojo.

Desde la alcaldía Álvaro Obregón la situación se observa similar. En la casilla instalada en la Escuela Primaria “Cirilo Celis Pastrana” la consulta popular inició con un retraso de 40 minutos. En lo que va del día se muestra una participación activa de adultos mayores y poca presencia de jóvenes. 

A lo lejos se escucha que una señora le pregunta a su acompañante: “¿Y qué significa ‘revocación’?”.

Laura Patricia es una joven de 18 años que acude, por segunda ocasión, a ejercer su derecho a votar. Su primera vez fue en las elecciones locales de la Ciudad de México, en junio de 2021. Comenta que hoy asistió a la consulta popular porque su familia la motivó a participar y porque afirma tener interés en la política; su madre, Patricia Chávez, añade: “Quiero que ella conozca cómo está la política del país, pues es la generación que va a mover al país con sus opiniones y decisiones”. 

Sin embargo, algunos vecinos de la zona han denunciado la presencia de autobuses con ciudadanos que llegan a las diferentes casillas de la alcaldía.

En la alcaldía Cuauhtémoc, en la casilla ubicada en la unidad habitacional Doctor Ignacio Morones, de la colonia Doctores, las vecinas se asolean. Las funcionarias de casilla explican que la participación es poca, pero que no ha dejado de asistir gente interesada en participar en el proceso de revocación de mandato.

“Amor con amor se paga”

El temor a perder la pensión que el gobierno le entrega por ser adulta mayor motivó a María Guadalupe Ramírez, de 70 años, a participar en la primera revocación de mandato que se organiza en México.

María apoya la mano derecha en un bastón y la izquierda, en el brazo de la nieta que la acompaña. Mientras camina lentamente refunfuña porque en esta ocasión su casilla de la sección electoral 4790, en la colonia Obrera de la Alcaldía Cuauhtémoc, está a cuatro calles de su casa, cuando habitualmente la instalaban más cerca

Sin embargo, prefiere caminar bajo el sol y votar en la consulta popular que, a decir de ella, “perder los 2,550 pesos” que el gobierno federal le entrega cada dos meses. Escuchó rumores entre sus vecinos. Le dijeron que si no votaba a favor de que López Obrador continuara como presidente los apoyos sociales se acabarían. No sabe de dónde vino esa información exactamente, pero prefiere no arriesgarse.

“AMLO sí nos ha ayudado, hay que apoyarlo”, menciona la señora.

Su nieta, en cambio, solo acude para acompañar a la abuela. Se llama Nayelli Ramírez y tiene 20 años. No vota, aunque llegó hasta la casilla. No le interesa, dice, “validar” a un presidente “que no me representa”.

En busca de las casillas

En Xochimilco se nota que la revocación coincidió con el Domingo de Ramos. Desde los barrios se invita a las personas a llevar sus palmas ya bendecidas o a bendecirlas después de parrticipar en la consulta popular. Incluso, personas vestidas de chinelos o con sus trajes en la mano buscan su casilla. 

En La Santísima, en el centro de Xochimilco, hay personas que llegaron a casillas que no les correspondían: “Una labor sencilla [como ir a votar] se hace complicada y luego se desquitan con uno”, dice Fernando Castro, escrutador en ese centro de votación.

Un grupo de chinelos comenta que, en años anteriores, las votaciones les tocaba en su mismo barrio: La Santísima. En esta ocasión sus casillas están en el barrio de La Asunción, por lo que tuvieron que recorrer cinco barrios para llegar a ellas. 

Xalapa: a 500 pesos por día de movilización

Funcionarios de la casilla 2061 del distrito 10 de Xalapa retiraron los taxis que se agruparon afuera del centro de votación y que ostentaban las siglas MUT. Son siglas que, a decir de uno de los taxistas, las colocaron el día de hoy junto con el distintivo de “Transporte gratuito”. 

Uno de los taxistas comenta a Corriente Alterna que en la capital del estado de Veracruz hay varios conductores con la misma identificación, a quienes les ofrecieron una remuneración de 500 pesos por trasladar votantes. Añade que transportar personas en elecciones no es una práctica exclusiva del actual gobierno. 

En Xalapa, como en diversas ciudades, hay confusión por la localización de las casillas. A las afueras del Palacio Municipal se observan personas buscando su casilla. A decir del señor Ariel Peña, las personas están confundidas por la reubicación de éstas. Por eso hay quienes solicitan apoyo de personal de Tránsito del Estado para encontrar dónde pueden ir a votar. 

Por ejemplo, María Oropeza, una artesana procedente de Tehuacán, Puebla, comenta afuera de la Catedral Metropolitana que no sabe dónde está la casilla especial.

Ésta se encuentra en la Central de Autobuses de Xalapa (CAXA). El lugar se llena de personas que van a votar, hasta formar una fila más larga que la de las personas que esperan abordar alguna unidad o comprar un boleto.

Movilizados en la Costa Grande

De camionetas pick-up con estampas de la cara del presidente y con la leyenda “vamos a votar #quesigaAMLO”, bajaron jóvenes y adultos mayores. Atravesaron los caminos de terracería de la zona para llegar a la casilla de la cancha techada de Joluta, una de las 13 que se instalaron en el municipio de La Unión de Isidoro Montes de Oca, de vocación minera y cercano al puerto industrial Lázaro Cárdenas de Michoacán, en la Costa Grande de Guerrero. 

El aire es tibio y huele a sal con pescado. El mar está a menos de tres kilómetros de esta casilla. En este municipio de 26,349 habitantes, actualmente gobernado por el partido Morena, la participación ciudadana no dejó de fluir desde las nueve de la mañana. La fila para ejercer el voto cruzaba de lado a lado la cancha de básquetbol de cemento y se extendía a lo largo de la calle principal. 

Severiano y Fortina tienen 86 y 60 años, respectivamente. Llegaron en una de esas camionetas desde la localidad Rincón de Cucharatepec, a media hora de la casilla de votación. “Ningún gobernante nos había ayudado tanto antes. Venimos porque es una forma de demostrarle nuestro agradecimiento”, dice Severiano, ganadero y agricultor, también beneficiario de los programas sociales del gobierno federal. En 2019 AMLO visitó el municipio y se comprometió a llevar el programa Sembrando Vida. 

Casillas especiales

En una carpa instalada afuera de una Bodega Aurrerá en Río Hondo, Naucalpan, Alejandro Benito recibe credenciales, lee el nombre en voz alta, corta y entrega la boleta e invita a pasar a la mampara. Es el presidente de la casilla 2668 especial.

Aquí llega gente de distintos municipios de la circunscripción e, incluso, de otros estados. El funcionario del Instituto Nacional Electoral (INE) que escanea la credencial con una pistola lectora de códigos explica que, al tratarse de una consulta federal, cualquier persona puede votar en esta casilla.

Sobre la mesa, el fajo de boletas para la consulta popular está por acabarse. En entrevista para Corriente Alterna Alejandro dice que resultó sorteado para ser funcionario y que aceptó participar para “cumplir mi deber como ciudadano”. Sin embargo, comenta con cierto desánimo que “esperaba más, porque la difusión fue mayor al ejercicio que se hizo el año pasado”.

La urna está medio llena de papeletas dobladas en cuatro. La llegada de votantes es constante. Faltan seis horas para que cierre la casilla, pero sobre la mesa, junto al bonche de papeletas por terminarse, quedan otros ocho paquetes intactos.

Por: Estefanía Cervantes, Carlos Ramos, Sofía Ramírez, Abigail Flores, Gabriela García, Rebeca Herrera, estudiantes; Carlos Acuña, Dulce Soto, Paris Martínez, Alejandra Crail y Violeta Santiago, reporteres.