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El día que amaneció dos veces
Rescate de la lengua gallega

Ilustración: René Zubieta

Guardianes de una lengua: rescate del gallego

Montserrat Velásquez, tallerista; Alejandra Crail, mentoría / Corriente Alterna el 19 de marzo, 2022

La lengua y la cultura gallegas han sido históricamente oprimidas. Pero hay quienes han optado por revindicarlas. A través de la música y la enseñanza, sus hablantes se niegan a dejar morir esta lengua que ha tenido grandes exponentes en la literatura como Rosalía de Castro y Manuel Rivas.

Tu idioma, en el que piensas y sueñas, en el que hablas con tu madre y con la persona que amas… Sin embargo, pronunciarlo en la escuela ocasiona que el maestro te pegue con una vara, mientras algunos de tus compañeres se ríen de ti. Eso era lo habitual para las personas gallego-hablantes durante el franquismo (1938-1975) en España. 

“Hable bien. Sea Patriota, no sea Bárbaro. Es de cumplido caballero que hable nuestro idioma oficial, o sea el castellano. Es ser patriota”, se lee en un panfleto impreso en Galicia en 1942, en plena dictadura de Francisco Franco. 

Después de la muerte de Franco y la transición política, el Reino de España reconoció cinco lenguas cooficiales además del español: el euskera o vascuence, el catalán, el aranés, el valenciano y el gallego. Según el Consello Da Cultura Galega —organismo cuya misión es fomentar la lengua y cultura gallegas—, alrededor de 2 millones 500 mil personas hablan gallego y representan 5.5% de la población española. La mayoría vive en Galicia y, en menor grado, en Asturias, León y Zamora y Extremadura.

Galicia es una comunidad autónoma al noreste de la península ibérica, atravesada por bosques de niebla espesa y olor a eucalipto. Según la última encuesta del Instituto Galego de Estatística, realizada en 2018, 30% de su población usa el gallego como su lengua habitual y principal; sin embargo, el número de hablantes menores de 15 años disminuyó en los últimos años: 23.9% de los niños y jóvenes no lo sabe hablar o muy poco.

Lengua Gallega originaria de Galicia
Vista de Galicia, una comunidad autónoma del noroeste de España / Foto: Gervasio Ruiz, Pixabay

Fernanda González Briones, profesora de gallego en el Instituto de Educación Secundaria Johan Carballeira, explica que esto se debe a que la transmisión generacional (de xadres a hijes) se está perdiendo. “Hay mucho complejo de inferioridad que no surgió porque sí; surgió del franquismo. La dictadura quedó muy dentro de la gente”, recalca. Se enseña gallego en las escuelas de la comunidad, pero no es lo mismo que tenerla como lengua materna.

A pesar de que sus antepasades hablaban la lengua, Fernanda tampoco recibió esta transmisión generacional sino que fue criada en castellano. Comenta que, durante el mandato de Francisco Franco, fueron fusilados o exiliados muchos defensores del primer estatuto de autonomía de Galicia de 1936, que defendía la enseñanza del gallego en las escuelas de la comunidad y que nunca entró en vigor debido al estallido de la Guerra Civil, el conflicto armado que terminó por instaurar la dictadura. 

El padre de Fernanda, Modesto González Freire, era militar franquista y siempre le habló en castellano; pero ella evoca que, de pequeña, le cantaba canciones populares en gallego. Cuando ella tenía 20 años decidió aprenderlo y, más tarde, definió que sería su lengua habitual. Hoy tiene 57 años, pero recuerda perfectamente la tensión que sintió en la habitación cuando empezó a hablarlo frente a su familia. Su madre le riñó. 

Conoce muchos casos como el suyo, en los que personas que adoptaron la lengua por decisión personal recibieron comentarios negativos de familiares. Cuando una alumna suya empezó a hablar gallego, su abuela le dijo que “eso lo dejara para los viejos”; su novio le preguntó si ahora pertenecía “al bloque”, como se le conoce al partido nacionalista gallego, de tendencia independentista; su tía le espetó que le quedaba muy mal hablarlo. “Claro, como si fuera un sombrero”, comenta Fernanda con cierta ironía.

Fernanda tiene un hijo de 23 años a quien crio plenamente en gallego. Ella habla de tener una conciencia lingüística, lo cual implica darse cuenta de toda la riqueza personal y social que aporta hablar una lengua. “Los idiomas son la base de la cultura y la base de la diversidad. Son transmisoras de una cultura y de un saber”, enfatiza. Lamenta que la gente no se dé cuenta de esto. Explica que en Galicia hay mucho de lo que en sociolingüística se denomina “autoodio”, un desprecio por la lengua materna en un intento por identificarse con grupos de poder.

Sin embargo, en contraste con ese rechazo de la propia cultura, algunas palabras muestran que en Galicia existe mucho amor por el territorio. De hecho, hay una que hace referencia a esto: morriña, que denomina la tristeza o nostalgia que surge cuando te vas de tu tierra. Baiuca, un exponente contemporáneo de la música gallega, tiene una canción homónima que retrata ese sentimiento. La letra dice: Só quero saber, cando te vou ver / Terriña que anhelo choro por volver” (Sólo quiero saber cuándo te voy a ver, tierrecita que anhelo, lloro por volver).

Lengua Gallega y Ramón Suárez Picallo
Homenaje a Ramón Suárez Picallo, impulsor del Proyecto de Estatuto de Autonomía de Galicia de 1936 / Fragmento del video Morriña, Baiuca

La reivindicación de la lengua

En 2019 se editaron 64,154 libros en todo España, de los cuales 1,048 eran en gallego, según el Instituto Nacional de Estadística español. En enero de 2022, cuatro canciones en gallego estuvieron en el top 200 de Spotify en ese país, todas de las Tanxugueiras, un trío de cantareiras y pandereteiras que buscan recuperar la música tradicional gallega. Así como Baiuca y Tanxugueiras, muchos artistas en la actualidad apuestan por usar no sólo la lengua sino bases, instrumentos y otros elementos de la música tradicional gallega. Entre estos artistas está el rapero O Rabelo.

O Rabelo considera que, por la cantidad y calidad de la producción cultural en gallego, no se puede decir que sean una lengua y cultura infrarrepresentadas. Sin embargo, sí piensa que es una lengua que está al margen y, de alguna forma, subordinada a otras como el castellano o el inglés. Esto, porque en el franquismo se hizo un trabajo muy fuerte de construcción de una “identidad de la cultura española” alrededor del castellano, y de imágenes como la paella y el flamenco que ayudaron a crear un estereotipo de la población. 

En realidad, la cultura española es muy diversa. Galicia, por ejemplo, tiene sus propios instrumentos, entre los cuales destacan la gaita gallega y la pandeireta. También sus propios bailes, como la muiñeira, que se practica en grupos de hasta ocho parejas al son de una gaita, un tamboril y un pandero. También tiene su propia mitología. La gente cuenta que en los bosques habitan trasnos o trasgos, pequeños duendes traviesos. También mouras, hadas bellísimas que pueden convertirse en serpientes. Una de las figuras más representativas de la cultura son las meigas o brujas malvadas. Se dice mucho el refrán “Eu non creo nas meigas, mais habelas hainas” (yo no creo en las brujas, pero haberlas, las hay).

O Rabelo tiene 29 años. Le gusta ir al monte acompañado de sus perros, jugar al rugby, escribir y rapear improvisando. Tiene un canal de Youtube y un proyecto político llamado Alça o focinho ao ceo (alza el hocico al cielo), el cual defiende “la autogestión, la ayuda mutua, el respeto, el derecho a ser, la diversidad cultural, sexual e identitaria, individual y colectiva”. Es dentro de este proyecto que comparte su música, cuentos y el libro que escribió: El libro de Larnal.

De pequeño escuchaba tanto español como gallego en casa, así que un día tuvo que preguntarle a su madre si se decía caballo o cabalo. Fue entonces cuando supo que el gallego y el español son lenguas distintas. Como sucedió con Fernanda, años más tarde decidió que hablaría siempre en gallego.

Lengua Gallega y O Rabelo
Fragmento del video musical de la canción “Barro” de O Rabelo

O Rabelo explica que, históricamente, el gallego se ha hablado más en el campo y en el mar, por agricultores y pescadores; en general, por las clases sociales más bajas. La cultura y la lengua se han relacionado siempre con la pobreza. Por esto, cree que la música es una herramienta clave para la reivindicación de la lengua, porque llega a gente de todos los orígenes y estratos sociales. “A todo o mundo gústalle a música”, dice, por ello afirma que es una forma fácil de transmitir una idea, una cultura, un discurso.

Como una persona no-binaria, es decir, que no se identifica ni como hombre ni como mujer, O Rabelo sabe que es invisibilizado a nivel identitario, pero a través de crear cultura con la lengua, instrumentos y elementos de su propio territorio puede representar que el mundo es muy diverso y que la forma de vivir no debe centrarse en un solo modelo. 

La música le da la oportunidad de reivindicar identidades que en otras generaciones fueron silenciadas, como personas con géneros y sexualidades disidentes, además de formas de relacionarse no-normativas o no monógamas, románticas y heterosexuales. 

O Rabelo y Fernanda coinciden en que no se han tomado las medidas adecuadas para reparar los daños que el franquismo le hizo a la cultura y lengua gallegas. Sin embargo, él sigue creando contenido en esa lengua y ella sigue enseñándola y compartiendo con sus estudiantes la importancia y la riqueza de la misma. 

Quizá es que tienen fe en el viejo refrán gallego: “Nunca choveu que non escampara” (nunca llovió que no escampara).