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Nancy Cárdenas, icono del feminismo y la diversidad sexual

Irinea Buendía, madre de Mariana Lima Buendía, víctima de feminicidio en 2010. conferencia de prensa dijo que después de 13 años llegó la justicia para su hija e impulsará la Ley Mariana Lima en la Cámara de Senadores y Diputados federal.

La mujer que enfrentó al sistema y logró 70 años de prisión para el feminicida de su hija: Irinea Buendía

María Luisa López, reportera / Corriente Alterna el 10 de octubre, 2023

Tras la histórica ratificación de la condena máxima para el asesino de su hija, Irinea Buendía afirma en entrevista que la lucha por “verdad y justicia” continuará con el impulso a la iniciativa de Ley Mariana Lima Buendía

Trece años después, frente al hombre que asesinó a su hija, la defensora de derechos humanos, Irinea Buendía, sintió como nunca la intensidad de dos emociones: coraje y dolor.

Fue el 25 de septiembre de 2023 a las 09:00 horas. Esa mañana, Irinea vio de nuevo al feminicida y ex policía municipal del Estado de México (Edomex), Julio César Hernández Ballinas, en el Juzgado Penal de Ejecuciones de Nezahualcóyotl.

Ahí se ratificó y quedó firme en segunda instancia, la pena máxima en la entidad para un feminicidio: 70 años de prisión, tras ser declarado culpable de quitarle la vida a su hija Mariana Lima Buendía —quien era esposa del agresor—, “por asfixia mecánica por estrangulación armada”, el 28 de junio de 2010.

“Verdad y justicia” tardaron en llegar más de una década. Pero Irinea siempre sostuvo, todos estos años y sin duda alguna: “Mi hija no se suicidó”. Pese a que así se le quiso hacer creer, a ella y a las autoridades, el asesino de Mariana, quien tenía 28 años de edad y estudiaba Derecho en la UNAM cuando fue víctima de feminicidio.

Hernández Ballinas informó a la madre de Mariana, a través de una llamada, que se había suicidado, sin saber que ella misma, un día antes, había compartido con su madre la decisión de terminar con la relación (donde la violencia hacia ella, física y psicológica, era una constante), para volver a casa de sus padres. Eso le dio certeza a Irinea, desde ese momento, de que él mentía.

El tiempo y su lucha le dieron la razón. Pero nada ha sido fácil. Un día después de la ratificación de la sentencia condenatoria en segunda instancia, Irinea Buendía accede a conversar. Respira profundo y se toma unos segundos para imaginar que está frente a Mariana, después de estos 13 años y tres meses:

“Le diría que la amo. Que la sigo amando. Que me duele tanto no haber podido…. No haber podido… hacer que ella siguiera viviendo. Siempre la voy a amar”.

Casi de inmediato recompone el breve quiebre en su voz y en entrevista con Corriente Alterna, expresa:

“El hecho de haberlo visto ayer, nuevamente, sí me causa mucho dolor, pero me lo reservo para sentirlo solamente yo. Y al mismo tiempo, me da mucho coraje porque, aunque esté preso, él está vivo. Finalmente tiene vida. Mi hija no.

“Yo no veo ni que tenga algún algún dolor por por estar allí preso. A mí sí me causa mucho dolor y coraje el que mi hija no haya podido cumplir con su proyecto de vida (ser abogada). Que este sujeto asesino feminicida, se haya tomado la parte que le corresponde a Dios, porque es el único que nos puede quitar la vida, nadie más”.

Feminicidios
Sólo un 20% del total de muertes violentas de mujeres y niñas en México, se investigan como feminicidios. Foto: María Luisa López

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Enfrentar al sistema

En la búsqueda de acceso a la justicia, con el acompañamiento inicial del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), Irinea Buendía enfrentó también la muerte de su esposo Lauro Lima, en agosto de 2018.

No sólo eso. Aún con Lauro a su lado, enfrentó dificultades de salud, así como amenazas y agresiones para ella y su familia que la obligaron al desplazamiento forzado por el nivel de riesgo. Incluso se le otorgaron medidas de seguridad del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación.

Irinea, de nuevo suspira hondo, muy hondo, al recordar varios de esos momentos. ¿Qué significa para ella llegar a este punto y saber que el feminicida de su hija recibió la pena máxima?

“Lo que mi familia y yo exigimos, justicia y justicia, llegó. No hay fecha que no se llegue ni plazo que no se cumpla. Le demostré, les demostramos, mi familia y yo, a la Procuraduría de Justicia (ahora Fiscalía) del Estado de México, que mi hija no se suicidó y hasta cierto punto es una satisfacción. Se demostró la verdad.

“Pero, al mismo tiempo no estoy satisfecha, porque hubiera preferido que mi hija estuviera conmigo ahora, que cumpliera su proyecto de vida; que mi esposo estuviera también aquí, porque, finalmente, él murió por el dolor que sintió y no pudo externar… Eso fue lo que se lo llevó. Toda esa tristeza, el dolor que se vio reflejado en su salud”.

Durante la conversación, no deja de sorprender su manejo y amplio conocimiento de conceptos y la explicación de procedimientos para una investigación adecuada, en el caso de una muerte violenta de cualquier mujer. La rapidez y claridad con la que Irinea da detalles, de memoria, de todo el proceso judicial y el expediente de la carpeta de investigación del caso de su hija, de inicio a fin.

Cuando se cerró el caso de Mariana calificando su muerte como suicidio, por ejemplo, o cuando tras un amparo interpuesto por la propia Irinea Buendía, en 2015, se logró la sentencia 554/2013 de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en la que el tribunal ordenó la reapertura del mismo para que fuera investigado “como feminicidio” y con perspectiva de género.

Entre otros elementos señalados en la disposición de la SCJN, que hoy se conoce como Sentencia Mariana Lima, con la nueva investigación se determina la exhumación del cuerpo de la hija de Irinea.

“En tres uñas de su mano derecha se encuentra material genético que no es de ella, lo supimos a cinco años de que exhumaron su cuerpo. El día de los hechos, el sujeto asesino feminicida traía arañazos en el brazo, rasguños”, relata la activista.

“Fue cuando se hizo una averiguación previa precisa, completa, muy bien investigada, y donde el Ministerio Público (MP) argumentó, fundamentó y motivó como debió ser desde el inicio; demostrándoles nosotras (mi familia y yo), que cuando se hace una investigación con perspectiva de género, se puede acreditar el feminicidio”.

Desde octubre de 2022 a la fecha, Irinea Buendía ha recorrido más de la mitad del país con la Caravana Nacional Sentencia “Mariana Lima Buendía”. Foto: Cuartoscuro

Tras 15 meses, el Juez Primero de lo Penal de Nezahualcóyotl dio orden de aprehensión y el 23 de junio de 2016, Julio César Hernández Ballinas fue detenido y puesto a disposición de la autoridad.

Su defensa pide duplicidad de término constitucional —prórroga para el imputado que tiene como finalidad el aporte de datos o pruebas en contra de la acusación— porque se declara inocente, pero al no poderlo demostrar, recibe auto de formal prisión el 29 de junio de 2016.

El siguiente proceso dilató siete años, 8 jueces y 1 jueza. Sesenta dictámenes integrados, a través de los cuales quedó demostrado que el ex policía del Edomex, Julio César Hernández Ballinas, es el asesino feminicida de Mariana Lima Buendía.

El 13 de marzo de este año, el Poder Judicial del Estado de México, a través del juez Sergio Beristáin, notificó de la sentencia condenatoria, en primera instancia: de 70 años de prisión para el responsable. A pesar de una apelación y alegatos por parte de la defensa, la pena máxima quedó ratificada en segunda instancia, finalmente, el pasado 25 de septiembre.

“Mi hija no se suicidó. Fue muerta con violencia por asfixia mecánica por estrangulación armada por Julio César Hernández Ballinas”, repite sin fatiga Irinea Buendía.

Irinea Buendía (al centro), presentó ante el Congreso mexiquense una iniciativa de Ley que propone que sean investigadas las muertes de mujeres con perspectiva de género y capacitación al personal de la Fiscalía. Foto: Cuartoscuro

“La lucha sigue, por mi hija y por todas”: Irinea Buendía

Este largo camino a la justicia de más de una década, construido con valor y dolor, Irinea se transformó en defensora de derechos humanos, en activista. Sin planearlo, sin quererlo. Pero hoy es una convicción que no abandona.

Se ha ganado el respeto, no sólo de otras madres o familiares de víctimas de feminicidios —entre ellas Lidia Florencio, madre de la joven Diana Velázquez Florencio, también asesinada por razones de género en el Edomex—, para quienes se ha convertido en un ejemplo a seguir por su fortaleza, persistencia y resiliencia, sino también para muchos ciudadanos de a pie, incluso para abogados y funcionarios, aunque no se atrevan a decirlo públicamente.

Es una lucha de 13 años que no solamente fue por el caso de mi hija, sino que fue y ha sido por todas y para todas. Porque finalmente esa sentencia Mariana Lima Buendía de la Suprema Corte, vino a sentar precedentes: ¡Es histórica, un parteaguas!

“Nos da garantías de no repetición. Los Ministerios Públicos y todas las autoridades de los tres niveles, pero especialmente las que están en género, deberían de conocerla, porque es un manual, deberían de llevarla como un libro de bolsillo, porque ahí encuentran exactamente los pasos a seguir”.

Entre los pasos a seguir a los que se refiere Irinea están: no contaminar el lugar de los hechos, no perder pruebas y evidencias que jamás se podrán recuperar y son vitales para un MP en una denuncia, entre otros. “Mientras eso no suceda seguiremos con ese 98% de casos que no tienen una sentencia y se van archivando”.

De 2010 a 2022, gran parte de los años que Irinea se dedicó a buscar justicia para el caso de su hija, en México se acumularon 165 mil 798 muertes violentas de mujeres:

“¿Qué pasó con esas muertes violentas de mujeres en el país?”, cuestiona. Ella misma responde: “No sabemos, porque no hay información acerca de eso, pero 108 mil 584 de esas muertes de mujeres fueron por accidentes; 40 mil 915 por homicidios; 16 mil 209 por suicidios”.

A la enumeración sin tropiezos de cifras de la defensora de derechos humanos le antecede un trabajo de análisis y cruce de datos realizado junto con el abogado Pablo Navarrete, quien le dio acompañamiento en la conformación de la iniciativa de #LeyMarianaLimaBuendía, que presentó en agosto pasado en el Congreso del Edomex. Dicha propuesta de Ley, que propone un nuevo delito cometido por servidores públicos: Negación de acceso a la justicia por razones de género, pretende la aplicación de la sentencia emitida en 2013 por la SCJN.

@corrientealternaunam

Mariana Lima, hija de Irinea Buendía fue víctima de feminicidio por su esposo en 2010, quien intentó hacerlo pasar como suicidio. 13 años y 140 mil muertes violentas de mujeres después (de acuerdo con datos oficiales), Irinea presentó ante el Congreso del Estado de México la iniciativa de ley “Mariana Lima”. #feminicidio #niunamas #niunamenos #marianalima #lesvyberlín #debhaniescobar

♬ sonido original – Corriente Alterna UNAM

“La sentencia dice que toda muerte violenta de mujeres se tiene que investigar con perspectiva de género para poder acreditar que se trata de un feminicidio, incluidos los suicidios y los accidentes, porque como en el caso de mi hija, puede haber muchos más. Tan sólo tomemos en cuenta que en 10 años el suicidio de mujeres en México se incrementó en 60.2% ¿qué pasó con ellas?”.

Toda la lucha de Irinea Buendía, la coloca hoy como impulsora principal de posibles nuevas reformas jurídicas que permitan contribuir a la adecuada impartición de justicia en el caso de muertes violentas de mujeres en un país de violencia feminicida como lo es México.

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“Mariana seguirá litigando”

Tras la ratificación de sentencia condenatoria para el asesino de su hija, no piensa detenerse. Continuará en la lucha, “por supuesto” y en las siguientes semanas debe haber contacto con la diputada del Edomex, Karina Labastida, presidenta de la Comisión de Género del Congreso local.

“Si no, vamos a tener que quedarnos una vuelta los siguientes semanas para ver qué ha pasado, pero por supuesto que vamos a seguir impulsando esa propuesta de ley que lleva el nombre de mi hija, ella sigue y seguirá litigando (estudiaba Derecho) a través de la sentencia de la Suprema Corte, y esperemos, de una nueva Ley”.

Hasta ahora y desde octubre de 2022, con la caravana para dar a conocer la existencia de la sentencia Mariana Lima, ha recorrido varios estados de la República Mexicana, en muchos de ellos ha encontrado que se desconoce o no se aplica.

Irinea convoca a quien puedan llegar sus palabras: “No desistamos frente a la denuncia, pese a todo. Si no se investiga, queda el antecedente. Todas las mujeres somos valiosas, no sólo las que estudian, las que trabajan también (sí, también las que se dedican al trabajo sexual, no juzguemos), las que están en casa, Todas”.

Porque ninguna, insiste Irinea, merecía ni merece, morir de forma violenta.

“Yo les diría, como el médico forense Miguel Lorente: ‘Es como cerrar los ojos en la oscuridad, nada cambia y de nada sirve’. Ni un minuto más de silencio”, concluye en voz alta Irinea Buendía, esta mujer que ha demostrado persistencia frente al duelo, y cuyo apellido, recuerda a una dinastía literaria de realismo mágico.

Finalmente no son 100 ni 200 mujeres a las que les han quitado la vida y aunque fueran. Pero son miles. Que no den cifras reales porque no se quiere alarmar a la sociedad, ¡por favor! Alarmadas ya estamos. Viviendo prácticamente de puro milagro. Salimos y no sabemos de qué manera vamos a regresar, si regresamos con los pies por delante o si no regresamos”.

Irinea Bendía.