<strong>Pódcast. Médicos pasantes en México: curar desde la precariedad y el abandono</strong>
Ilustración: René Zubieta / Corriente Alterna.

Cada año, miles de estudiantes de medicina en México salen de las aulas para seguir su formación en los hospitales, clínicas y centros de salud de todo el país. Son una de las principales fuerzas de trabajo del sector salud. A pesar de su importancia crucial, a diario se enfrentan a condiciones de abandono y precariedad que ponen en riesgo su desempeño como médicos y hasta su propia vida.

Según los datos de la Dirección General de Información en Salud, de la Secretaría de Salud del gobierno federal, en 2021 había 29,286 médicos pasantes e internos de pregrado en el país. Esa cifra representa 11% del total de médicos en México. De este grupo, los médicos pasantes de servicio social son quienes mayores adversidades atraviesan durante su formación. Para titularse, realizan su servicio social en comunidades rurales, remotas y marginadas, donde prevalecen la inseguridad y el abandono gubernamental. 

La falta de acceso a insumos básicos de curación, la ausencia de acompañamiento de otros médicos e, incluso, de las propias universidades, son escenarios comunes para los médicos pasantes. En 2021, 2,929 unidades de salud en México funcionaron solamente con el trabajo de médicos pasantes de servicio social; es decir, sin la presencia de médicos titulados.

Violencia y precariedad en el servicio social

A cambio de realizar labores de cualquier médico titulado, los estudiantes reciben una remuneración que no rebasa el salario mínimo. “En cuestiones presupuestales, un médico pasante es muy barato. Es una mano de obra barata”, sostiene la doctora Eva Pizzolato, representante nacional de la Asamblea Mexicana de Médicos Pasantes de Servicio Social. 

A todo esto se suman la violencia y la inseguridad que prevalecen en casi todos los rincones de México. Eric David Andrade Ramírez, María Lourdes Sánchez Dávalos y Luis Montes de Oca Armas son los nombres de tres médicos pasantes de servicio social asesinados entre 2020 y agosto de 2022. Eran jóvenes de menos de 25 años que sólo buscaban terminar con éxito una de las carreras más demandantes. 

Con este contexto, este pódcast se participa del debate sobre si el servicio social todavía tiene sentido como proceso formativo. ¿Es posible pensar en otros esquemas en medio de un contexto tan hostil?

Créditos

Investigación: Fernando González.

Guión: Fernando González.

Mentoría: Dulce Soto.

Música y producción: Yeudiel Infante.