Viruela símica en México: entre la atención insuficiente y el estigma

Colectivos LGBTQ+ exigen al gobierno de la República una estrategia eficaz ante la viruela símica, que afecta mayoritariamente a los hombres de la diversidad sexual.

Los activistas temen que las autoridades minimicen el impacto de la enfermedad. que ya suma 41,000 casos en 94 países del mundo, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).

Cualquier persona puede contraer el virus. Pero un estudio del New England Journal of Medicine ha identificado que 98% de los contagios de viruela símica en el mundo se concentra en hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres.

En México se reportan 862 casos sospechosos y 386 confirmados en 24 entidades federativas hasta el 22 de agosto de 2022. El número de contagios creció cuatro veces en tres semanas, ya que el 1° de agosto se reportaban solo 91 casos positivos. Además, 97% de los contagios corresponde a hombres.

Corriente Alterna habló con activistas y miembros de organizaciones no gubernamentales para conocer sus impresiones y demandas ante el avance de la epidemia en el país.

El discurso estigmatizante de la OMS

El pasado de 27 de julio, cuatro días después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara Emergencia Sanitaria Internacional a la viruela símica, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director del organismo, recomendó a los hombres que tienen sexo con otros hombres limitar sus parejas sexuales para hacer frente a los brotes del padecimiento.

“Pareciera que la OMS está muy al pendiente de lo que hacemos los jotos. En lugar de hacer su trabajo y presionar a los sistemas de salud pública del mundo para conseguir vacunas”. Lo comentó en entrevista Alaín Pinzón, director de VIHve Libre, una organización dedicada a brindar atención y acompañamiento a personas que viven con VIH.

“Parece, entonces, que el problema son los homosexuales y no los gobiernos omisos. Es el caldo de cultivo perfecto para la homofobia”, señaló. 

Una de las peticiones de colectivos de la comunidad LGBTQ+ a las autoridades sanitarias mexicanas es una coordinación urgente y clara entre la Secretaría de Salud federal y los gobiernos estatales para detectar y tratar de manera eficiente los brotes de viruela símica. “Hay un subregistro enorme. Es una situación que se puede salir de control fácilmente”, subrayó Pinzón.

Acciones en México

Antonio Matus, coordinador general de abogacía de AIDS Healthcare Foundation (AHF) México, especializada en el asesoramiento legal y médico a personas con VIH, considera que el país va muy atrasado en la instrumentación de medidas de control ante la viruela símica. “La primera acción está muy retrasada. Ésta sería declarar la emergencia sanitaria en el país, lo que permitiría que fluyeran más recursos que se traducen en acciones concretas”, puntualizó.

Hasta el momento, las medidas para hacer frente a la enfermedad en México se han reducido a recomendaciones preventivas como mantener la sana distancia, el uso de cubrebocas y el lavado de manos frecuente. La información se encuentra disponible de manera digital en las páginas web de las  instituciones sanitarias federales. 

Para Pinzón, depositar por completo la responsabilidad del riesgo de contagio en las personas es una visión corta y estigmatizante. Por ejemplo, es difícil mantener la sana distancia en el transporte público. Por eso reprocha a las autoridades sanitarias que sólo implementen sugerencias de ese tipo como medidas de control.

“Yo le pediría a (Hugo) López-Gatell (subsecretario de Salud) y a (Jorge) Alcocer, (secretario de Salud), subirse al Metro Pantitlán a las siete y media de la noche y ver cómo la sana distancia no existe”.

Matus también encuentra un problema en la centralización de los diagnósticos de viruela símica. La confirmación de pruebas positivas tiene que pasar forzosamente por el Instituto Nacional de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (InDRE), ubicado en la Ciudad de México. Esto ocasiona retrasos en los resultados debido a que una gran parte de los casos sospechosos queda a la espera de ser confirmada.

La vacuna que no llega

Los activistas exigen que el gobierno mexicano compre vacunas. Aunque no existe una vacuna específicamente desarrollada para la enfermedad, algunos laboratorios en Dinamarca y Estados Unidos utilizan vacunas contra la viruela humana para prevenir la viruela símica.

No obstante, la producción de estas vacunas es limitada debido a que, hasta hace poco, la viruela símica se concentraba en el occidente de África, mientras que la viruela humana fue erradicada a finales del siglo pasado. Si bien la OMS no considera necesaria la vacunación masiva contra la viruela símica, sí la recomienda a grupos en riesgo de contraer la enfermedad. 

Estados Unidos y Canadá ya están aplicando vacunas a personas con sospecha de haber estado en contacto con alguien infectado. Europa, por su parte, ha dado un paso adelante inmunizando a poblaciones de riesgo.

En Latinoamérica, Brasil y Perú han anunciado la compra de biológicos a través de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Ambos países se encuentran entre las naciones con mayor número de casos en la región. Brasil ha registrado 3,656 al 19 de agosto y Perú, 1,128 al 21 de agosto.  

Antonio Matus advierte que si México no dedica esfuerzos desde este momento a adquirir vacunas, podría padecer más tarde una mayor dificultad de abastecimiento debido a la creciente demanda. Eso, sin mencionar la posibilidad de que aparezcan nuevas variantes o un aumento imprevisto de los casos, situaciones que incrementarían el precio de las vacunas.

Por otro lado, Matus advierte de un posible riesgo en el personal sanitario que atienda los casos. “Algo de lo que no se ha hablado es de la vacunación a médicos y personal de salud que trata la viruela. ¿Qué pasa si se empiezan a contagiar entre ellas y ellos por no contar con la capacitación adecuada?”, cuestionó. 

En México el discurso ha sido el de descartar, por el momento, la opción de vacunación. El argumento es que aún se pueden seguir medidas preventivas para controlar el brote.

“Entonces, un virus que no afecta a la población general es uno que no importa. Y se vuelve a repetir la historia del VIH en los años 80”, comenta Pinzón. 

México registró su primer caso de VIH en 1983. Para el final de la década, la cifra de diagnósticos de la enfermedad subió a 2,930. Personas de la diversidad sexual que vivieron en esa época la recuerdan como un periodo de fuerte estigmatización y retraso en la atención.

“Lamentablemente, esto (la viruela símica) no será un problema de salud pública. No hasta que a alguna autoridad le llegue al cuello con un familiar infectado”, dice el director de VIHve Libre.

Más allá del riesgo de contagio

La viruela símica tiene una mortalidad mucho más baja en comparación con otros padecimientos, como el covid-19. Al 22 de agosto de 2022, los CDC han reportado sólo 12 muertes en el mundo, en contraste con los casi 41 mil casos confirmados. Sin embargo, esto no significa que la enfermedad no pueda afectar de otra manera a las poblaciones en riesgo. 

Matus, desde su trabajo en AHF México, comenta que la población con VIH en el país enfrenta un sentimiento de temor ante el avance de la viruela símica. “Hay un miedo generalizado a no poder adquirir la vacuna, además de no saber a dónde acudir en caso de contraer la enfermedad”, aseguró. 

Según la OMS, el riesgo de enfermar gravemente de viruela símica aumenta en personas inmunodeprimidas, es decir, con un sistema inmune debilitado. Precisamente, las personas que viven con VIH pueden ver comprometido fácilmente su sistema inmune si no reciben un tratamiento adecuado y constante. 

En México, según el último informe del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de VIH, hay 208,697 personas con VIH. La proporción de hombres infectados por el virus es de 81.56%.

El tiempo de aislamiento recomendado para los casos de viruela símica también es un tema de preocupación para los activistas. Puede variar en función de la recuperación. “Se está poniendo en riesgo el seguimiento de muchísimas áreas de nuestra vida. Estamos hablando de que el periodo de aislamiento es de tres a seis semanas, dependiendo la problemática. ¿Qué empresa te va a aguantar seis semanas de incapacidad?”, comenta Pinzón.

Además, aunque las autoridades de salud han emitido recomendaciones al personal sanitario para una atención sin estigmas, VIHve Libre ha documentado discriminación en casos sospechosos de viruela símica. “Tenemos casos en donde a los chicos ni siquiera los dejan pasar a la sala de urgencias. Les están tomando fotos en el estacionamiento para enseñárselas al jefe de Medicina Interna en ese momento. No saben qué hacer”, informa Pinzón.

Un virus que puede atacar a cualquiera

Según la OMS, los primeros casos de viruela símica datan de 1970 en el occidente de África. Se trata de una enfermedad zoonótica vírica, lo que quiere decir que tiene la capacidad de transmitirse de animales a humanos.

A pesar de su nombre, el principal animal que propaga esta enfermedad no es el mono. En conferencia de prensa, el doctor Sarbelio Moreno Espinosa, pediatra e infectólogo del Hospital Infantil de México, señaló que, de hecho, el principal animal que propaga la enfermedad es una especie de ardilla arborícola.

“Hay, incluso, un caso sonado de un brote en 2003 en Estados Unidos. Un vendedor de especies exóticas propagó la enfermedad a través de la venta de perritos de la pradera como mascotas”, comentó Moreno Espinosa.

Una gran variedad de mamíferos son susceptibles a contagiarse. Es importante señalar este hecho para evitar el estigma contra los monos. Por ejemplo, en Brasil, medios locales informaron del envenenamiento de un grupo de monos por parte de personas con miedo a contraer la enfermedad.

El problema se hace más grande con el contagio de humano a humano. Según el infectólogo, la transmisión del virus que causa la viruela símica ocurre a través del contacto estrecho y prolongado con una persona infectada o con un objeto contaminado. Las gotas respiratorias que escupimos al hablar o los fluidos corporales son potenciales fuentes de infección. Es por eso que el contacto sexual es una vía por la que el virus se propaga fácilmente. 

Sin embargo, aunque la actividad sexual es una forma frecuente de infección, está lejos de ser la única. Este es uno de los tabúes alrededor del padecimiento. Hay quienes creen erróneamente que se trata de una enfermedad de transmisión sexual o que es algo que sólo afecta a gente que mantiene relaciones sexuales con personas del mismo sexo. 

De acuerdo con la OPS, compartir ropa, sábanas o utensilios de cocina con una persona infectada aumenta considerablemente el riesgo de contraer la enfermedad.

Cómo identificar síntomas de viruela símica

El doctor Moreno Espinosa explicó que existen cinco etapas que marcan el desarrollo de la enfermedad. 

Primero está el tiempo de incubación, que se determina desde la exposición al virus hasta el primer síntoma, cuando la persona ya puede propagar el virus. La incubación puede durar hasta 21 días. Por lo que hay que estar al pendiente de síntomas durante este tiempo si se sospecha que hubo contacto con alguien infectado. 

La siguiente etapa es el periodo prodrómico, que dura de uno a dos días. En dicho periodo aparece fiebre e inflamación de los ganglios linfáticos. 

Posteriormente, en las etapas exantemática y vesícula-postular, aparecen las características erupciones de la piel. Al principio pueden aparecer como manchas con relieve. Después, pasar a ampollas llenas de líquido claro, en un comienzo, y opaco con el paso del tiempo. Estas etapas aparecen entre el primero y el séptimo día del contagio.

Las lesiones en la piel suelen surgir, primero, en la cara y de ahí bajar a los brazos, manos, piernas y pies. A diferencia de la varicela, la viruela símica sí causa erupciones en las plantas de pies y manos. Es importante tener en cuenta que las erupciones pueden darse, también, en las mucosas de la boca, ano o vagina. Otros síntomas a tener en cuenta son dolor de cabeza, agotamiento y dolores musculares. No siempre se presentan todos los síntomas. 

En la última etapa de la enfermedad se forman costras de las erupciones. Una vez que todas se han hecho costra, la persona deja de ser contagiosa. Este periodo puede durar de siete a 14 días. Según la OMS, la mayoría de las veces los síntomas desaparecen por sí solos sin necesidad de tratamiento. Aunque, en algunos casos, se pueden recetar medicamentos como analgésicos para aliviar los malestares. 

Es importante recordar que, a diferencia del covid-19 o el VIH, la viruela símica mantiene, por el momento, una mortalidad muy baja. De las 12 muertes registradas en el mundo por los CDC, siete se encuentran en el occidente de África, donde el acceso a servicios de salud es limitado.

En México, según el último reporte de vigilancia epidemiológica de la viruela símica, se reportó el fallecimiento de una persona con infección de VIH y lesiones de viruela símica. No obstante, aún se analiza si la viruela fue la causa de muerte.