La bici, la baika, la rila, birula: la bicicleta es más que un transporte. En la calle es hermana, fiesta, revolución y cuidado. En las rodadas se teje la fraternidad, la libertad y mucha amistad y empatía. Así lo sentí al conocer a algunas de las mujeres que integran las colectivas feministas de ciclismo en las Ciudad de México. Esta urbe ha sido conquistada por ellas, en constante resistencia por reclamar el asfalto y enfrentar al “patriar-carro”. No están solas, las redes que construyen alrededor del activismos ciclistas son cada vez más amplias y fuertes.
Por Eunice Adorno
La colectiva “Voces afectivas”, fundada en 2019, hace activismo en lugares como el Estado de México y periferias de la ciudad, promoviendo la bicicleta como una herramienta de resistencia.La colectiva “Voces afectivas”, fundada en 2019, hace activismo en lugares como el Estado de México y periferias de la ciudad, promoviendo la bicicleta como una herramienta de resistencia.Ana Méndez, de la colectiva Clitoral Mass MX, genera grupos seguros desde el feminismo para rodar distancias largas, hacer cicloviajes y bikepacking.Carla León, de la colectiva Clitoral Mass MX.Xochil Alvarez es activista ciclista. Junto con más mujeres hace rodadas nacionales, entre ellas la llamada “Bike bike”.Jaqueline Franco, de la colectiva “Voces afectivas”.La bicicleta se ha convertido en símbolo de liberación y de lucha contra la violencia hacia las mujeres.Paola Baz, junto con otras mujeres mensajeras tienen la colectiva Rauda Bicimensajería. Cargan de todo, hasta colchones. Cada día llevan en sus mochilas entre 20 y 40 kilos.
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si acepta o continúa navegando, consideramos que acepta su uso.Entendido