Dentro de los Cubos
Así luce el interior del cubo Lx Salonx en la FFyL, un espacio de reunión para estudiantes. Foto: Luna Rondón

En la jerga universitaria se les conoce como “cubos” y varios tienen décadas de historia en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) en la UNAM. Algunos funcionan desde hace más de 20 años como el Victor Jara y hay otros más recientes, como el Zentzontle. 

El surgimiento de estos espacios tomados por diversos colectivos se remonta a la huelga estudiantil de 1999. En ese año los salones y bodegas que funcionaban como espacios de organización estudiantil se comenzaron a identificar como cubos.

El Victor Jara es gestionado por Joaquín Escovedo desde hace 25 años y lo define  como “un espacio de servicios”, pues funciona como un centro de acopio, preservación y difusión de VHS, juegos de mesa y libros.

El cubo Zentzontle era una bodega abandonada que desde 2022 funciona como sala de estudio y cantera de círculos de poesía, talleres de huerto, tejido, fisioterapia y hasta astrología. “Necesitamos un espacio para crear, para compartir, para enseñar”, dice Majo Vera, una de las encargadas de la gestión colectiva del lugar.

Adri Barajas, consejera estudiantil del CELA, apunta que los cubos enfrentan un problema de difusión, lo cual limita su alcance. Aun así, quienes los sostienen coinciden en la importancia de estos espacios. “Más allá de un espacio físico”, dice Majo, “han sido trincheras de pensamiento y acción”.

Lx Salonx, el comedor vegano del Che, la librería del tercer piso, la cafetería del EZLN y el Semillero en la torre de humanidades, son otros espacios tomados que al día de hoy siguen presentes en la FFyL.