El policía municipal imputado por el asesinato del joven futbolista Alexander Martínez, preso desde hace dos años, fue liberado el pasado viernes 25 de marzo, luego de que el juzgado que revisó el caso determinara que se trató de un homicidio “culposo”, es decir, que el acusado no actuó de forma intencional. Esta sentencia entra en contradicción con la recomendación 1/2021 de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, organismo que calificó la muerte del adolescente de 16 años como una “ejecución arbitraria”.
Alexander fue asesinado el 9 de junio de 2020, cuando estaba a bordo de una motocicleta, de camino a comprar refrescos con un amigo, en el municipio de Acatlán de Pérez Figueroa, Oaxaca. Tal como revelaron testigos consultados por la Defensoría de los Derechos Humanos estatal, los cinco tripulantes de una patrulla municipal les cerraran el paso a los adolescentes y, sin justificación, abrieron fuego en su contra. Aunque todos los policías participaron en el ataque, sólo uno de ellos, Sergio Rodríguez Ronzón, fue imputado.
Luego de que se diera a conocer la liberación del imputado, la madre de Alexander, Virginia Gómez, denunció que a pesar de que hubo testigos que señalaron el ataque como intencional, el Poder Judicial decidió liberar al policía agresor, “argumentando que la escopeta se cayó sola, que la escopeta se detonó sola y que le dio un tiro directamente en la cabeza”.
El 22 de marzo de 2021, la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (organismo oficial y autónomo, encargado de vigilar que las autoridades estatales respeten los derechos de la población) exigió a la Fiscalía de Oaxaca fincar cargos por ejecución extrajudicial contra los cinco policías implicados en el asesinato de Alexander, así como nombrar la acción de Sergio Rodríguez Ronzón como “ejecución extraoficial”.
En sus conclusiones, la Defensoría de Derechos Humanos determinó que “no se acreditó la legalidad ni absoluta necesidad que motivara accionar el uso de armas letales, ya que no se estaba repeliendo una agresión ni peligro real, actual o inminente. Como consecuencia (…) la muerte arbitraria de una persona menor de edad fue el resultado de un uso ilegal de la fuerza imputable a la Policía municipal de Acatlán de Pérez Figueroa”.
De hecho, al menos cuatro de esos agentes, incluido el agresor Sergio Rodríguez Ronzón, carecían de certificación como policías preventivos, a pesar de lo cual, formaban parte de la policía municipal de Acatlán, tal como reveló la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca.
Pese a ello, cuatro de los policías que participaron en la agresión nunca fueron imputados, y el único que sí fue sometido a proceso penal siempre fue tratado como autor “culposo”, es decir, como responsable de un hecho incidental.
“Los que nos tienen que cuidar están matando a nuestros hijos”, lamentó la madre de Alexander, tras el anuncio de la liberación. “Es mentira lo que dice el presidente Andrés Manuel López Obrador: aquí no hay justicia”, concluyó.