Ciudad de México.– Durante las gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, en México se instituyó una política de “terrorismo de Estado”, orientada a “aniquilar a la población, para intimidarla y evitar que se organizara y protestara”. Ese es el balance del pasado reciente realizado por la maestra Rosario Piedra Ibarra, presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Hija de la luchadora social Rosario Ibarra de Piedra, la actual titular de la CNDH recuerda en entrevista con Corriente Alterna que, cuatro décadas atrás, su familia y muchas más se aglutinaron en el Comité Eureka, para exigir la presentación con vida de sus hijos e hijas, hermanos, padres, madres, parejas, desaparecidos de manera forzada por las autoridades mexicanas, en represalia por su participación en movimientos políticos.
“La violencia en México no surgió en 2018 (al iniciar el actual sexenio), surgió hace muchos años –destaca la maestra Piedra–. Pero a quienes nos tocó vivir otros tiempos hoy vemos un cambio en esa violencia, en las personas hacia quienes va dirigida”.
En los años setenta, subraya, en México se vivía una “violencia selectiva”, contra activistas sociales, contra quienes se oponían al régimen. “Pero durante los sexenios de los presidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto (2006 a 2018), la violencia se volvió indiscriminada, se instituyó un terrorismo de Estado, como le llamo yo, para aniquilar a la población, para intimidarla y evitar que se organizara y protestara”.
Incluso antes de este periodo, aclara, en México se comenzaron a presentar síntomas graves de violencia, acompañada y amplificada por la impunidad y la corrupción también generalizadas, “como la violencia contra las mujeres, que comenzó a visibilizarse con los feminicidios de Ciudad Juárez (cuya documentación inició en 1993) y esta violencia se dejó crecer, hasta hartar al pueblo”.
Violencia ininterrumpida
Las estadísticas oficiales sobre la violencia en México dan la razón a la maestra Piedra, pero sólo en parte.
Efectivamente, algunos indicadores usados para medir la evolución de la violencia, como la incidencia de homicidios dolosos y de delitos sexuales, aumentó casi de forma constante durante los dos gobiernos anteriores, según muestran las estadísticas del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Pero estos mismos registros evidencian que esta tendencia al alza en la violencia no es exclusiva de los gobiernos de Calderón y Peña Nieto, sino que también caracteriza al gobierno de López Obrador.
En 2019, de hecho, el primer año del actual gobierno federal, en México se alcanzaron diversos récords: fue el año con más homicidios dolosos (29 mil 458 casos), el año con más homicidios con arma de fuego (20 mil 522 casos) y también ha sido el año con más delitos sexuales denunciados (53 mil 357 casos).
Autonomía en CNDH
Es a las víctimas de estos agravios, los del pasado y los del presente, “a las que la CNDH se debe”, destaca la maestra Piedra. Para ello “la autonomía es algo fundamental, no sólo autonomía respecto del gobierno, sino también de partidos políticos y de cualquier poder que quiera en algún momento dominar a esta Comisión”.
El pasado 1 de diciembre, Corriente Alterna publicó una entrevista con dos exintegrantes del equipo de Rosario Piedra (los ex titulares de la primera y la sexta visitadurías del organismo), cuya crítica coincide, precisamente, en lo que consideraron falta de autonomía de la CNDH respecto del actual gobierno federal.
Desde noviembre de 2019, la gestión de la titular de la CNDH ha sido acompañada por cuestionamientos relacionados con su cercanía a las actuales autoridades mexicanas, cuya actuación está encargada de vigilar, en particular porque la maestra Piedra milita en el partido Morena, fundado por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Ante estas críticas, la maestra Piedra responde que “la autonomía la estamos demostrando en los hechos”, lo cual se demuestra en las 70 recomendaciones emitidas por el organismo durante su gestión.
“Bienvenida la crítica –señala– porque en una democracia existe la libertad de expresión, pero lo que no se valen son las mentiras, las calumnias y los infundios, esos las vamos a desmentir.”
La maestra Piedra, de hecho, no sólo es militante del partido Morena, sino que aparece hasta la fecha como integrante de dos órganos directivos de dicho partido político, su Consejo Nacional, así como su Consejo Estatal en Nuevo León, algo que está prohibido por el artículo 38 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales.
Sin desmentir estos hechos, la titular de la CNDH asegura al respecto que cuando se postuló y luego cuando aceptó el nombramiento como presidenta de la Comisión, “jamás negué mi militancia en Morena, porque la militancia es un derecho humano”.