El periodismo de investigación en México enfrenta un reto ante la eliminación del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), el órgano que garantiza que se dé a conocer información pública que muchas veces los gobiernos quieren ocultar, coincidieron los periodistas Daniel Lizárraga, Irving Huerta y Rafael Cabrera en el conversatorio 10 años de la Casa Blanca de EPN, reflexiones en torno a la importancia del periodismo de investigación.
Convocado por la Unidad de Investigaciones Periodísticas, el evento reunió a los periodistas responsables de la investigación que, en noviembre de 2014, reveló que el entonces presidente Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera, tenían una residencia en la exclusiva zona de Lomas de Chapultepec, en la Ciudad de México, que fue construida y vendida por grupo Higa, una de las empresas de Juan Armando Hinojosa, un contratista favorecido con decenas de contratos en el gobierno encabezado por el priista.
En el conversatorio, realizado en la sala Carlos Monsivais en Cultura UNAM, Daniel Lizárraga señaló que una investigación con esas características sería posible en los tiempos actuales, donde es más difícil que un trabajo periodístico tenga impacto ante un gobierno con tanta legitimidad popular. “Hubieran tenido una reacción distinta en la actualidad, quizás hubiera demorado más, pues la gente es más reticente a creer en las redes sociales”.
Lizárraga, Huerta y Cabrera, junto con el periodista Sebastián Barragán y bajo la batuta de Carmen Aristegui dieron a conocer este reportaje que cimbró al gobierno de Peña Nieto, que se vio obligado a abrir una investigación a través de la Secretaría de la Función Pública que meses después acabó sin responsabilidades para los implicados, mientras que los periodistas fueron despedidos de MVS, la empresa radiofónica donde trabajaban en ese entonces.
Volver a las bases
Lizárraga, un experimentado editor y periodista de investigación que actualmente es coordinador de investigaciones en el Institute for War and Peace Reporting (IWPR), destacó que aunque hoy en día es más difícil hacer periodismo de investigación en un contexto donde las autoridades se resisten cada vez más a ser transparentes, no por ello tiene que dejar de producirse.
“Vamos a tener que retomar las bases del periodismo de investigación, a ver, la generación de Julio Scherer, cuando no había órganos de transparencia, ni siquiera internet. Vamos a volver a salir a la calle, tener muchos contactos y empezar a reportar pecho tierra”, explicó ante la posible desaparición del INAI.
Irving Huerta, periodista y doctor en política, coincidió con el hecho de que hay que volver a salir a la calle a hacerse de fuentes. “En realidad, la mejor información no está en internet, sino en la calle, pues aquí es donde está la verdadera información exclusiva. […] Como periodistas es importante decir a nuestra audiencia, lo importante que es que la información se transparente al interés público”, señaló.
Rafael Cabrera, periodista de investigación y mentor de la UIP, lamentó que en los últimos años la información que antes se otorgaba por medio de las herramientas de transparencia de forma sencilla, hoy en día es más complicado llegar a ella.
Un ejemplo de cómo las fuentes de información pública se han ido cerrando es la desaparición del Estado Mayor Presidencial (EMP) que ocurrió al inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“En los gobiernos de Fox, Peña y Calderón, el Estado Mayor Presidencial era clave para conocer donde estaban los mandatarios, sus familias y su equipo de seguridad. Todo eso lo dejamos de tener con Obrador, quien lo eliminó. Ahora, diez años después, el panorama es un poco desalentador”, señaló.
Cabrera recordó que durante la investigación de la Casa Blanca, una respuesta por medio de transparencia que les otorgó el EMP fue clave para confirmar que los militares prestaban servicios de vigilancia en el domicilio de Sierra Gorda.
“Bajo este criterio de eliminar organismos como el INAI porque dicen ser muy caros para la sociedad; en realidad lo que están haciendo es ir cerrando la llave de la rendición de cuentas”, apuntó.
Replantear los métodos
Los tres panelistas advirtieron que el periodismo debe de tomarse con mucho cuidado, pues no solo se enfrentan dificultades en el proceso de obtención de información, sino también en ocasiones puede haber riesgos en materia de seguridad para las fuentes o los mismos periodistas.
“Los periodistas no son héroes. No hay una sola investigación que valga la vida, además, en este país matan gratis. Tienes que valorar en qué momento estás publicando”, aseguró Lizarraga.
Para complementar esta idea, Irving Huerta añadió que ante las condiciones de inseguridad y precariedad que se viven en el periodismo mexicano, debería haber una mayor comunicación y articulación entre todas las personas que conforman el gremio.
“La situación en México es que hay un universo de periodistas quienes están desorganizados para poder pedir mejores condiciones laborales y no depender de los intereses económicos (de los grandes medios corporativos)”, lamentó.
Rafael Cabrera refirió que el periodismo de investigación no solo debe enfocarse a temas de corrupción política, sino que también puede apuntar hacia otras áreas como cultura o medio ambiente.
“Me ha disgustado que ahora el periodismo de investigación sea entendido como igual a solo corrupción. Puede llegar a ser limitativo o aburrido cuando el periodismo es un arma noble que puede contar un montón de historias de cultura, medio ambiente en donde también podríamos aplicar este tipo de rigor”, concluyó.