En México existen comunidades, plataformas y redes que difunden el trabajo de científicas o comparten conocimiento especializado para que más mujeres aprendan a usar herramientas tecnológicas.
Un día, hace no mucho tiempo, Karolina Zepeda enfrentó un reto que parecía sencillo: nombrar diez mujeres científicas. Lo intentó, pero apenas pudo recordar seis o siete.
“Steminist nació de un berrinche”, confiesa. Karolina se puso a investigar sobre mujeres en las ciencias. En 2017 fundó el portal Sólo es Ciencia y, dentro de él, creó la sección Steminist para dar a conocer perfiles de mujeres científicas. El nombre surgió de STEM, acrónimo en inglés que hace referencia a los estudios en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas.
Ahora, a sus 24 años, dirige un portal con cerca de 30 mil visitas mensuales en el que colabora casi un centenar de personas, mientras está a punto de recibir dos títulos universitarios: Periodismo Digital, por la Universidad de Guadalajara, e Ingeniería en Telecomunicaciones, por la UNAM.
Su argumento es irrebatible: la mayoría de las personas ha escuchado alguna vez hablar de Einstein, Newton o de los filósofos griegos; en cambio, el nombre de Vera Cooper Rubin, quien descubrió la materia oscura, pocas veces aparece en una conversación. Lo mismo ocurre con Augusta Ada King, desarrolladora del primer algoritmo para una computadora, o Ida Eva Tacke, la primera científica en proponer la idea de la fisión nuclear.
“Mujeres que han luchado por un lugar para nosotras, que han sido ocultadas u olvidadas”, dice la joven de Hermosillo, Sonora, y aprovecha para plantear su objetivo con Steminist: “Debe ser un espacio para las mujeres en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas”.
Editatona: contra el sesgo machista en Wikipedia
Hasta hace unos años, la versión en español de la Wikipedia contenía solamente 227 biografías de mujeres científicas mexicanas: doce físicas, diecisiete químicas, veinte biólogas, diez astrofísicas, ocho botánicas…
—Súper poquitas —comenta Carmen Alcázar, actual presidenta de Wikimedia México.
Y no sólo eran los números. En sus primeros dos años como voluntaria se percató de la enorme desigualdad en su contenido. Revisar el contenido fue un trago difícil. “Horrible”, dice.
Apenas 12 de cada 100 biografías de la enciclopedia digital correspondía a una mujer. Fuera del grupo de nombres icónicos como los de Sor Juana Inés de la Cruz, Frida Kahlo o Marie Curie, el resto eran entradas sobre mujeres de la farándula: actrices, modelos, actrices porno. De vez en cuando, alguna escritora o una cantante.
Como era de esperarse, Carmen no pudo dejar de notar el tono sexista y machista de esos contenidos: a las mujeres se les retrataba a partir de su relación con un hombre, no por méritos propios.
—Se exponía su estado civil, si tiene o tuvo una relación, si tenía hijos o hijas o si había hecho dieta, cuánto pesaba o medía. No importa si se trata de una boxeadora, actriz o senadora.
Desde luego, editar la gran enciclopedia de internet no es una tarea sencilla. Y este sesgo de género se entiende si se piensa que apenas 10% de las participantes en el trabajo de edición son mujeres.
Tanto que, incluso, las editoras tenían pocas referencias sobre el trabajo de mujeres en la ciencia. “Quienes hacen crónicas, reportajes [o] tesis [respectivamente], no hablan de las mujeres científicas”, menciona Carmen.
Y no es que las mujeres no quieran editar Wikipedia, explica Carmen. Tiene que ver con el acceso: “pocas veces tuvimos esos referentes de mujeres que estuvieron en contacto con la computadora o de mujeres que hicieron investigación”.
Debido a esta brecha en la visibilización de mujeres y a la escasa participación de editoras en Wikipedia, Carmen decidió convocar a una Editatona, la versión feminista de un “editatón”: un maratón de edición con el propósito de enseñar a otras mujeres a editar la enciclopedia e investigar con perspectiva de género. La primera editatona se convocó en 2017. El objetivo fue escribir biografías de mujeres científicas, pues el de las ciencias era uno de los campos más invisibilizados.
Hacia la visibilidad de las mujeres científicas
La respuesta llegó con Científicas Mexicanas, una comunidad de más 15 mil 500 mujeres, desde estudiantes hasta investigadoras eméritas, cuyo objetivo es divulgar el trabajo de las mujeres.
La agrupación inició en Facebook como “un espacio en el que las científicas mexicanas pudieran hablar sobre sus trabajos, pero también sobre los retos y dificultades que enfrentan”, explica Patricia Rodil. Ella es una de las tres coordinadoras que encabezan un equipo de más de cien voluntarias.
En Twitter, una vez por semana, invitan a una científica para que maneje la cuenta e interactúe con los usuarios, mientras que en Instagram y Facebook organizan charlas semanales en vivo.
Científicas Mexicanas proveyó una larga lista de perfiles a la Editatona de 2017. En el evento se crearon 24 biografías nuevas, se editaron 41 entradas y se modificaron 177 artículos.
—Hay tantas mujeres haciendo tantas cosas que nunca vimos antes —comenta Patricia sobre los resultados de la Editatona.
Desde entonces, los números han cambiado: Wikipedia en español cerró 2020 con casi un 22% de artículos sobre mujeres.
—Sigue siendo un número no aceptable —subraya Carmen—. Pero el cambio está en marcha. Tenemos un problema que no se va a resolver solo en Wikipedia. El problema es el patriarcado, tal cual. Wikipedia es una representación de lo que pasa en el mundo externo, en la sociedad. [Cambiar eso] es un proceso muy lento.
PyLadies: una comunidad de programadoras
En 2011, en Los Ángeles, California, siete mujeres fundaron PyLadies para impulsar la participación de más mujeres que trabajan con Python, un código informático que sirve para crear aplicaciones, videojuegos o analizar grandes cantidades de datos estadísticos, y que es bastante popular por su relativa sencillez.
Ana Valeria Calderón es una de las cuatro organizadoras actuales de PyLadies México, fundado en 2015 por Érika Peláez. El grupo busca visibilizar a sus integrantes y formar nuevas programadoras.
Para lograrlo organizan talleres y reuniones impartidas por mujeres que hablan de códigos y programación. A los MeetUp mensuales asisten de 20 a 30 interesadas para escuchar conferencias impartidas por otras programadoras.
También, desde 2016, organizan el evento Women in Data Science, con ponencias dictadas por científicas de datos. Con un promedio de 500 asistentes, destacan que el mayor logro es que más de 75% son mujeres. Este año el encuentro se realizará en línea el 8 de mayo y esperan contar con más de mil participantes.
Para PyLadies México la visibilización implica que las chicas ganen seguridad y experiencia en un área que, hasta ahora, es dominada por la presencia masculina y sus dinámicas; al mismo tiempo, crean redes de colaboración.
El tema cobra relevancia por el crecimiento de puestos de trabajo relacionados con Python. Por ejemplo, en la ciencia de datos, para analizar la información que se produce en internet todos los días.
Generar comunidad en torno a la programación y ofrecer talleres diferenciados por niveles de experiencia y en los que las participantes puedan sentirse cómodas, es una manera de lograr que las mujeres logren autonomía económica a través de su conocimiento.