Xochitla: la defensa de un parque que busca frenar naves industriales

Una mañana, Itzel Ramos iba camino a su casa cuando vio algo que la alarmó: en la entrada del Parque Ecológico Xochitla se había colocado una valla de tres metros de alto similar a las que hay en parques industriales de la zona. Cuando llegó a casa, sus padres le dijeron algo que le volcó el corazón: “¿Te diste cuenta que ya empezaron a desmantelar Xochitla?”.

El Parque Ecológico Xochitla es un área natural de 70 hectáreas ubicada en Tepotzotlán, al norte del Estado de México. 

Desde 1988 no solo era un espacio de recreación y esparcimiento emblemático de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), sino también una importante área de conservación de la naturaleza y refugio de aves migratorias. De acuerdo con la Asociación Mexicana de Jardines Botánicos, albergaba más de 260 especies vegetales, de las cuales 43 tienen alguna categoría de riesgo.

Sin embargo, desde la pandemia, el parque cerró sus puertas. En diciembre de 2024, vecinos y ambientalistas expresaron su temor de que el parque sea desmantelado y en su lugar se construyan naves industriales.

El silencio de la Fundación que administra el lugar, la falta de información y el temor de la comunidad motivaron a Itzel a iniciar un movimiento para “blindar” Xochitla, así como otras áreas verdes de la zona, ante la construcción de parques industriales en la región. Dicho esfuerzo llevó a la creación, en diciembre de 2024, del colectivo “Xochitla Vive”.

“No solo es pelear por Xochitla, sino por todo el norte del Valle de México, que hoy sufre de una catástrofe por todas estas bodegas que hoy tenemos”, dice Itzel en entrevista.

Más de mil personas se reunieron en una manifestación pacífica en defensa del parque Xochitla.
Una manifestación organizada por el colectivo Xochitla Vive logró reunir a más de mil asistentes según su dirigente (Foto: Josué Hernández).

Desde los años cuarenta y con mayor auge a partir de los noventa, en el Estado de México ha habido un crecimiento progresivo de parques industriales. Así lo señalan estudios como uno publicado en 2022 por el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, que apunta que en 2020 el 62% de los desarrollos en el Estado de México se ubican en municipios conurbados con la capital mexicana.

Según el Fideicomiso para el Desarrollo de Parques y Zonas Industriales en el Estado de México (FIDEPAR), de 2020 a mayo de 2025 el número de desarrollos industriales pasó de 101 a 220, de los cuales 21 se encuentran en Tepotzotlán.

“Yo soy originaria de Santa Bárbara. (…) En mi pueblo habían 125 campos de fútbol o más. Cada día han desaparecido porque muchas bodegas se han apropiado de estos terrenos, compran las hectáreas muy baratas, a lo mejor te dan 10 millones cuando esa hectárea vale 75”, relata Itzel.

El Parque Ecológico Xochitla se encuentra sobre una importante avenida a unos 500 metros de la carretera México-Querétaro, esto es considerado por miembros del colectivo Xochitla Vive como una ubicación estratégica para Centros de Distribución y Logística.

“Tenemos indicios precisamente de unos investigadores del posgrado de geografía (…), ellos fueron los que nos prendieron las alertas porque nos comentaron que en su estudio que tienen hay una alta vulnerabilidad de que cambie el uso de suelo por las presiones mercantiles y financieras del espacio”, explica el arquitecto Aldo Lima, miembro del colectivo.

De acuerdo con más de quince solicitudes de transparencia hechas por Corriente Alterna durante marzo y abril de 2025, no existe ninguna licencia o autorización de construcción a realizarse dentro del Parque Ecológico Xochitla, ni tampoco algún trámite de solicitud para autorizar un parque industrial ante la Secretaría de Desarrollo Económico de la entidad.

Manifestantes colocan carteles de protesta sobre la malla ciclónica que protege la entrada del parque Xochitla.
La poca información ha causado la movilización de vecinos que temen el posible desmantelamiento del parque (Foto: Josué Hernández).

“Blindar” el parque ante incertidumbres.

Al menos desde 2020 no ha habido ningún trámite para cambio de uso de suelo del Parque Xochitla. Si bien el Plan de Desarrollo Urbano del Estado de México cambió en 2023, y con ello hubo una modificación en la denominación del uso de suelo del lugar, dicho cambió únicamente implicó el cambio de nombre de un mismo tipo de clasificación que pasó de ser “Clave E-RD Equipamiento Recreación y Deporte” a “Clave E-DE Equipamiento Urbano-Deporte”. 

Lo que sí se comprobó es una de las acusaciones hechas por el colectivo Xochitla Vive: el derribo de más de cien árboles, solicitado por parte de la Fundación Xochitla a inicios de abril de 2024. Sin embargo, el permiso otorgado por la Dirección de Medio Ambiente del municipio fue exclusivamente para el derribo de árboles muertos o con problemas de plagas y enfermedades, lo cual, según la autoridad, fue comprobado por inspectores acreditados de la misma dependencia.

“Se les ha informado oportunamente que no hay, insisto, ningún proyecto, ninguna solicitud, no hay nada al respecto”, señala en entrevista el Lic. Ricardo López, Asesor del área de Presidencia del municipio de Tepotzotlán quien también asegura que la malla ciclónica colocada en la entrada del parque fue para asegurar el inmueble contra actos de vandalismo.

A pesar de ello, la preocupación por la vulnerabilidad del parque llevó a que el colectivo encabezado por Itzel dirigiera el pasado 8 de enero una carta a la gobernadora Delfina Gómez pidiéndole considerar todo el Parque Ecológico Xochitla como Área Natural Protegida, así como la expropiación del predio por parte del Estado para su reapertura como parque metropolitano.

La respuesta les llegó por parte de la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (CEPANAF) señalando que para una medida como esa era necesario contar con autorización de los propietarios. 

Sin embargo, la Fundación Xochitla, dueña actual del parque, desde hace varios meses no ha respondido a ningún intento de comunicación por parte de los integrantes de Xochitla Vive, lo que ha aumentado la preocupación del colectivo y fomentado la desinformación.

“Hemos ido a sus oficinas, supuestamente que no están, hemos escrito a los correos electrónicos, no contestan, hemos escrito a las páginas de Facebook, a los grupos de WhatsApp, Instagram, todo (…) pero no hemos encontrado ni representantes legales, ni dueños de las propiedades ni nada de esto”, expresa Aldo Lima.

En este contexto, el aumento de rumores en torno al parque ha motivado a Itzel a apresurar los esfuerzos del colectivo por protegerlo.

“Hay varias personas que me contactan de Tepotzotlán de forma anónima y una de ellas me dice que iban a empezar a hacer ya trabajos en Xochitla para hacer bodegas”, narra la activista quien, aunque asegura que no tiene pruebas para tales afirmaciones, no puede evitar sospechar intenciones ocultas por parte de la fundación dueña del parque.

“A ver, la pregunta es ¿por qué Fundación Xochitla nunca ha contestado? No se ha pronunciado desde el inicio y ha dicho ‘No’. ¿Por qué nunca se pronunció?”, señala.

Una de las peticiones del colectivo Xochitla Vive es la expropiación del parque por parte de la gobernadora estatal.
El colectivo pide a la gobernadora del estado que el parque sea considerado área natural protegida y sea expropiado (Foto: Josué Hernández).

Para esta investigación también se intentó contactar a la Fundación Xochitla a través de llamadas y correos electrónicos, incluyendo un correo a su representante legal Elizabeth de Jesús Guzmán Zepeda sin que hasta la publicación de este reportaje se haya obtenido alguna respuesta.

Si bien actualmente no hay ningún trámite de solicitud de construcción dentro del parque, en septiembre de 2020 la Fundación Xochitla solicitó la evaluación de impacto ambiental de un proyecto consistente en la “operación” de un centro de conferencias dentro del predio.

Así lo revela un documento identificado con el folio “22100007L / DGOIA / RESOL / 845 / 2020” con el que la Secretaría de Medio Ambiente del Estado de México emitió la evaluación de impacto ambiental con un “sentido favorable”. El proyecto se describe como un “centro de conferencias con servicio de proyecciones, cafetería con alimentos y venta de bebidas alcohólicas y de moderación, con un área de construcción de 3,600.00 m2”.

No se encontraron evidencias de que la Fundación Xochitla haya buscado construir infraestructura nueva relacionada con este proyecto.

Una lucha continua 

El mismo día que el colectivo Xochitla Vive entregó una carta a la gobernadora con sus peticiones, también se reunió con autoridades del FIDEPAR y expusieron argumentos en contra de los parques industriales.

El 13 de enero se reunieron con representantes de la Coordinación General de Conservación Ecológica y el 23 de enero la titular de ese organismo prometió mesas de trabajo que a la fecha no han sido convocadas.

El 1 de febrero, la exigencia llegó a una conferencia de prensa en la Cámara de Diputados bajo el amparo de la diputada federal Xóchitl Zagal y el día 28 de ese mismo mes emitieron una denuncia ante la Presidencia de la República, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), la cual, según Itzel, no ha sido respondida.

También han sostenido conversaciones con alcaldes de distintos municipios aledaños al Parque Xochitla como Cuautitlán Izcalli, Teoloyucan y Tepotzotlán, pero a pesar de haber recibido la oportunidad de expresarse, Itzel afirma que hasta ahora ninguna autoridad ha brindado alguna garantía de protección para el espacio.

“La Secretaria del Medio Ambiente del Estado de México pues me dejó en visto, o sea, su secretaria no me contesta. La denuncia que metimos a Presidencia, a SEMARNAT, a PROFEPA, a la gobernadora, no nos las han contestado desde el 28 de febrero. Pues en sí, nada, o sea, de las autoridades nada”, asegura Itzel.

Más de mil personas se reunieron en una manifestación pacífica en defensa del parque Xochitla.
Desde su origen en diciembre pasado, el colectivo Xochitla Vive ha sumado a decenas de personas que habitan en la zona (Foto: Josué Hernández).

Una lucha que rinde frutos

A pesar de la inacción gubernamental, Itzel afirma que también ha habido muchas victorias.

Desde que comenzó su preocupación por el parque, el colectivo inició una campaña a través de la plataforma change.org que a día de hoy cuenta con más de 21 mil firmas. Además, ha organizado reuniones en diferentes comunidades de la zona que han sumado muchas personas al movimiento.

“Estamos frente a Xochitla todos los domingos a partir de las nueve de la mañana hasta las once, doce del día, regalando plantitas a los que pasen, dando flyers. Ahí tenemos ya nuestros nuestros cartones con nuestras consignas”, comparte Itzel.

El pasado 2 de marzo, el movimiento de Xochitla Vive organizó una manifestación pacífica a las afueras del Parque Xochitla que, de acuerdo con Itzel, contó con la participación de aproximadamente mil personas. 

Aldo Lima califica el encuentro como un esfuerzo por reconstruir el tejido social: “Con tantas naves, tanta industria, tanta tráfico, se ha roto un poco el tejido social. Buscamos ese reencuentro con nuestros vecinos, ese reencuentro con las otras comunidades, ese reencuentro con los otros pueblos”.

“Con tantas naves, tanta industria, tanta tráfico, se ha roto un poco el tejido social. Buscamos ese reencuentro con nuestros vecinos, ese reencuentro con las otras comunidades, ese reencuentro con los otros pueblos”

-Aldo Lima.

Además, a inicios de abril el colectivo logró que el presidente municipal de Teoloyucan, Luis Zenteno, firmara una carta comprometiéndose a no dar una sola autorización para la construcción de bodegas en su municipio. De acuerdo con Itzel, se espera que las autoridades ejecutivas de Coyotepec, Cuautitlán Izcalli y Huehuetoca hagan lo mismo próximamente.

Itzel dice que su propósito es que este compromiso “lo firmen todos los presidentes municipales alrededor”.

“Si no vemos algo positivo pronto muy probablemente hagamos un paro en la autopista. Pero bueno, vamos a ponerlo en consulta, vamos a ver qué es lo siguiente”.