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Impactos psicosociales en Temacapulín

Foto: cortesía de Felipe Luna Espinosa

Resistir cansa: los impactos psicosociales por la defensa de Temacapulín

Santiago Reyes, estudiante / Corriente Alterna el 9 de abril, 2022

Beatriz Espinoza recuerda que los niños de Temacapulín soñaban que el pueblo se inundaba y que ellos se ahogaban: que no podían salir.

–Los niños –dice– estaban sufriendo un desgaste mental porque los iban a despojar de su tierra, de su casa, de sus juguetes, ¿a dónde se iban a ir? Yo no podía creer que iban a desaparecer el pueblo donde yo venía a jugar en la plaza. 

Han pasado 17 años desde que Beatriz se sumó a la lucha para impedir la desaparición de Temacapulín, una localidad del estado de Jalisco que, junto con las poblaciones de Acasico y Palmarejo, vivía bajo la amenaza de ser inundada a causa de la operación de la presa El Zapotillo, con la cual se buscaba proveer de agua a las ciudades de Guadalajara, Jalisco, y León, Guanajuato.

Beatriz invirtió tanto tiempo entre campamentos y manifestaciones que terminó perdiendo su trabajo. “No tenía tranquilidad”, dice, y no es la única en notar este tipo impactos psicosociales en Temacapulín, las heridas que dejan tantos años de lucha. Marichuy García y su hija, Mago Juárez, otras defensoras de “Temaca”, expresan sensaciones parecidas: hartazgo y cansancio. Esto, a pesar de que el 10 de noviembre de 2021 el presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió a implementar un “plan de justicia” para garantizar la reparación integral de daños a los tres pueblos, además de operar la presa a una altura que no represente un riesgo de inundación para las comunidades.

–Hubo muchos, muchos momentos de llanto –cuenta Marichuy y, enseguida, muestra sus manos afectadas por el vitiligo, señala las manchas–. Esto es [consecuencia] de la lucha.  

Las historias de rebeldía suelen ser así. Nos emocionan las comunidades que derriban monumentos, los sindicatos que toman fábricas, las manifestaciones con miles de personas y los pueblos que logran defender sus tierras de una inundación. Pero organizarse cansa. Y enfrentarse a un proyecto que pretende desaparecer una comunidad suele implicar altas dosis de estrés y dolor, sin mencionar el tiempo, la energía y los recursos invertidos.

En este video documentamos los impactos psicosociales en una comunidad que se ha organizado para defender el pueblo de Temacapulín; la huella que dejan los intentos del despojo en las emociones y en los cuerpos. 

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