La historiadora Alicia de los Ríos y la periodista Marcela Turati hablaron por primera vez en público, durante la Fiesta del Libro y la Rosa en la UNAM, sobre la alianza que han construido desde su amistad y los conocimientos que cada una ha cosechado en sus respectivas áreas, para seguir arrojando luz en el tema de los desaparecidos.
“¿Por qué estos métodos de desaparecer? ¿Quién usa fuego en sus desapariciones? Es como empezar a abonar desde el pasado y a tratar de entender por qué está pasando lo que está pasando. Falta todavía mucho por aprender o entender, pero hay pistas que también nos la dan estas investigaciones”.
Marcela Turati, periodista mexicana.
“¿Por qué estos métodos de desaparecer? ¿Quién usa fuego en sus desapariciones? Es como empezar a abonar desde el pasado y a tratar de entender por qué está pasando lo que está pasando. Falta todavía mucho por aprender o entender, pero hay pistas que también nos la dan estas investigaciones”, destacó Turati.
De los Ríos contó que ante la negligencia del Estado para afrontar la problemática de las desapariciones en México, ha emprendido con Turati una ardua investigación para dar con el paradero de su madre, Alicia de los Ríos Merino, quien fue miembro de la Liga Comunista 23 de Septiembre y está desaparecida desde 1978. Su sospecha es que fue asesinada y arrojada al mar durante la llamada guerra sucia.
En la búsqueda de pistas que la lleven a dar con el paradero de su madre, Alicia ha recurrido a médiums y chamanes; se ha entrevistado con decenas de personas y hurgado en cientos de archivos.
La cronista Marcela Turati, que desde el 2001 ha acompañado a su amiga historiadora, explicó que cuando el Estado no da respuestas, las familias de los desaparecidos con frecuencia recurren a métodos de búsqueda poco convencionales, como los médiums, los chamanes e incluso los sueños, como lo ha hecho Alicia.
“También pasa otro proceso que no está documentado que son los sueños de las personas que buscan los mensajes a través de sueños, la búsqueda a través de videntes, de médiums (…) a los que muchas familias recurren para que les digan algo”, afirmó Turati.

La búsqueda de su madre, contó Alicia, ha sido de mucha paciencia y necedad. Esa lucha incansable la llevó en 2023, con el acompañamiento de Marcela, hasta Pie de la Cuesta, una base militar ubicada en Acapulco, Guerrero, donde tiene pistas de que su madre fue vista por última vez.
La travesía por los lugares donde habría estado su madre, las entrevistas con pescadores, pobladores que fueron vecinos de la base militar y ancianos que vivieron aquellos años de represión, fueron retratados en una crónica que Turati tituló: “Los vuelos de Alicia” publicada en 2023.
Desde el templete adornado con rosas, en el Foro Equidad del Centro Cultural Universitario de la UNAM, ambas contaron las dificultades que afrontaron durante la investigación.
“Ese viaje (…) nos sirvió mucho porque primero establecimos espacialmente algo que no conocíamos. Marcela inmediatamente con ese olfato que tiene se fue directo a buscar al hombre más viejo de Pie de la Cuesta que es uno de los grandes informantes, es decir, yo he aprendido mucho a investigar junto a Marcela y las compañeras periodistas”, señaló Alicia.
Las desapariciones de ayer y hoy
Alicia aseguró que las investigaciones sobre la problemática de los desaparecidos, como las que ha hecho Marcela, ponen en relieve la deuda que tiene el Estado con las víctimas, ya que estos casos no han sido resueltos.
También hizo hincapié en que para entender las desapariciones de hoy en día hay que saber que el Estado mexicano las ejecutó desde hace décadas y que se ha negado a investigarla desde hace muchos años.
“Justo estás investigaciones ponen en relieve que hay una deuda del Estado. Es decir, no es que fuera un accidente que se les hubiera pasado la mano, sino que están esas cicatrices que evidentemente cuando uno quiere entender la desaparición de hoy tienes que decir: “híjole hermano, pero pues es que la desaparición la empezó el estado mexicano en nuestro país y no nada más la ejecutó, sino se negó a investigarla”.
Alicia de los Ríos, hija buscadora.

“Justo estás investigaciones ponen en relieve que hay una deuda del Estado. Es decir, no es que fuera un accidente que se les hubiera pasado la mano, sino que están esas cicatrices que evidentemente cuando uno quiere entender la desaparición de hoy tienes que decir: “híjole hermano, pero pues es que la desaparición la empezó el estado mexicano en nuestro país y no nada más la ejecutó, sino se negó a investigarla”, expresó Alicia.
Alicia destacó que la búsqueda de su madre ha sido una carrera de obstáculos, donde prevalece su lucha incansable por la verdad y la justicia: “Me parece que con trabajos como los de Marcela, que estoy profundamente agradecida, insisto, nos recuerda que hay mucha gente que seguimos dedicando nuestros paupérrimos esfuerzos para acceder a la verdad y a la justicia en México”.
Ambas coincidieron en la importancia de investigar los casos de desapariciones sin escatimar en el tiempo que esto conlleve para las autoridades y sin hacer distinción si son del pasado, es decir, del periodo conocido como guerra sucia, o del presente, ocurridas a raíz del inicio de la llamada guerra contra el narco.
“Mucha gente dice: para qué investigan los del pasado… Entonces, decíamos: es que no es disputar quién sí y quién no o si son del pasado no tienen que ser de segunda categoría. Hay que buscar a todos”, señaló Turati.