¡Goliza a la exclusión! Futbol de altura en el campo de juego

El 25 de octubre se conmemora el Dia Mundial (y Nacional) de las Personas de Talla Baja. La cultura física y el deporte figuran en su búsqueda por acceso al ejercicio de sus derechos; hace unos días se inauguró la Liga Mexicana de Futbol creada para este sector de la población.

Playera clásica de los Pumas. Cabello bien peinado y recortado que hace juego con sus tenis deportivos. Guillermo López baja del auto en compañía de David Garita. Llevan prisa. Apenas pasan las 10:00 de la mañana pero el sol quema como si fuera mediodía. Entran al Deportivo Eduardo Molina que ya rebosa de partidos de futbol.

Guillemo y David llegan apresurados a la cancha asignada para la inauguración oficial de la Liga Mexicana de Fútbol de Personas de Talla Baja, donde tendrá lugar su primer torneo con apoyo del Instituto de las Personas con Discapacidad (Indiscapacidad) de la Ciudad de México.

Destaca a la vista la mesa sobre la que están colocadas tres copas con balones dorados y dos guantes de oro que se entregarán a los ganadores. Es un día importante. El bullicio crece a cada minuto, se saludan entre conocidos y desconocidos, que llegan incluso por curiosidad.

Junto con Guillermo y David, la mayoría hace sonar su risa. Bromean. Hacen eco a distancia algunas de sus sonoras carcajadas. Se divierten. Gozan del calor. No se advierten miradas de “rival”, así que se dificulta a primera vista identificar equipos, pero conforme se van poniendo el uniforme, eso cambia y entonces el negro, amarillo, naranja y azul de sus playeras va cambiando el horizonte de la cancha.

Algunos viajaron desde Veracruz o Oaxaca sólo para jugar el torneo de este sábado 21 de octubre, así que de algún modo sí son parte de un mismo equipo: el que busca la igualdad y la no discriminación para las personas de talla baja (o con displasias óseas, entre ellas la más conocida: acondroplasia), quienes desde 2018, tras una reforma a la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, fueron incluidos.

Entre Memo —como le gusta que le digan a Guillermo—, y David comienzan a repartir los uniformes al equipo Amazonas y a Guerreros Azteca. Playera y short deportivo azul marino, los  primeros; negro, con franjas doradas a los costados, en el caso de los segundos. Pero hay más equipos. No se advierten miradas de “rival”, así que se dificulta a primera vista identificar equipos, pero conforme se van poniendo el uniforme, eso cambia y entonces el negro, amarillo, naranja y azul de sus playeras va cambiando el horizonte de la cancha.

Niños, mujeres y hombres conforman los diferentes equipos. Mujeres (apenas dos en el campo de juego) y niños, se van para la primera mitad de la cancha, los hombres se van hacia la otra para dar inicio a cada partido.

Guillermo camina de un lado de la cancha al otro, platica con todos y todas. Claramente es el principal organizador. Todos lo conocen y se refieren a él con afecto. El sol es tan intenso como las bromas y risas de los jugadores: “¡Ya, güey, no te seques el calor, así no te pones más doradito!”, le dice un integrante de Guerreros Azteca a otro del equipo Deportivo Oaxaca. Y alrededor se sueltan las carcajadas. Contagian.

A la fecha, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) sigue sin incluir en censos demográficos a este grupo de la población en el país. Aunque desde 2014 se conmemora cada 25 de octubre el Día Nacional de las Personas de Talla Baja, ya que en 2013 la organización internacional Little People of America hizo un llamado a impulsar el movimiento por sus derechos y oportunidades, creando la misma conmemoración, pero internacional, donde está incluido el acceso a la cultura física y el deporte.

Perder o ganar, pero sonreír

El duelo entre Deportivo Oaxaca y Guerreros Azteca arranca. El partido se divide en dos tiempos de 25 minutos y no 45 como suele ser para personas de talla promedio.

Las personas de talla baja (que generalmente no son más altas de 1.5 metros de altura y miden entre 0.81 cm y 1.34), necesitan jugar fútbol en condiciones acorde a sus características físicas, incluidos los tiempos de juego y entrenamiento, aclara el entrenador Miguel Ángel Vazquez, fisioterapeuta y director técnico de Guerreros Azteca.

“Primero que nada hay que tomar en cuenta la forma de caminar, su morfología, hay jugadores que tienen luxaciones de rodilla, lesiones de tobillo, pero eso, como en todo equipo de fútbol se debe considerar”, señala el fisioterapeuta.

Cada equipo se integra por 4 jugadores y 1 portero. Las porras no faltan, pero el marcador es contundente: Guerreros Azteca gana seis goles a 1 a Deportivo Oaxaca. Pero las risas no faltan, Todos siguen con extensas sonrisas en el rostro, pierdan o ganen un partido.

Llega el turno para los Lobos de Ecatepec contra Furia Neza. Quien gane de esta primera ronda se enfrentará y finalmente se entregarán los premios correspondientes.

Aquí nadie recibe un salario. Ni el entrenador Vázquez, ni Memo ni ningún integrante de ningún equipo. No hay remuneración económica. Todo alrededor de la Liga se construye con el esfuerzo, “las ganas”, el sudor y los bolsillos de las y los jugadores, de sus familias, donaciones y apoyos externos. 

Para Rosa María, este es todo un logro. Orgullo. “Soy mamá de César Joap López Alfaro, portero de Guerreros Aztecas. Él está en el equipo y pues venimos a apoyar al equipo. Vamos llegando, aterrizando de los Paranacionales CONADE de 2023 en la disciplina de Paranatación, porque él también nada. Tiene 18 años. ¡Mire, es el güerito que está allá…!”, exclama Rosa.

Y allá va César. Corre en el campo de juego y como todos aquí, sostiene una sonrisa enfática en la cara bajo el sol.

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“El futbol de talla baja está agarrando más poder”

Esta liga y este torneo no son nuevos para Memo y David. En 2022, junto con otros integrantes de Guerreros Azteca, fueron parte de la Selección Mexicana de Fútbol de Talla Baja. Ganaron el tercer lugar en la Copa América 2022 de la especialidad. Entonces como ahora: todo salió de su bolsillo, cuando en teoría no debería ser así.

Después buscaron asesoría de la Federación Mexicana de Fútbol, donde les explicaron que sí pueden crear la Federación Mexicana de Fútbol Talla Baja. Y aquí están, gestionando, entre diversos apoyos, el de Indiscapidad CDMX, donde Ruth López, también persona de talla baja, está ahora al frente del organismo.

A pensar de todas las “trabas, retos y corrupción” que ha tenido que esquivar, Memo se siente orgulloso de ser reconocido como “persona de talla baja”: 

“Antes se decía que era enanismo, ahorita es muy vulgar decirnos ‘enanos’, se oye muy feo, muy golpeado. Ya se nos otorgó que somos talla baja. Y sí quiero pedir que si conocen a alguien de talla baja, pues no se burlen de ello, o sea, nada más apoyen…

“También se nos puede admirar… Y digan que hay un equipo de talla baja de fútbol que los quiere los quiere conocer, que no se cierren. El mundo es abierto, para todo tipo de personas”.

Para cada jugador de la Selección Mexicana, fue un sueño cumplido ir a la Copa América 2022, pues la mayoría pensaba que por su condición nunca podrían alcanzar algo así, ni siquiera jugar. “Incluso en el kínder no se les dejaba jugar pues se asumía que se lastimarían, cuando se puede, sólo que debe ser en las condiciones adecuadas”.

Y aunque este sábado en el campo de juego hay sólo dos mujeres jugando fútbol, entre ellas Verónica Ontiveros, defensa lateral de 38 años, la intención es que el proyecto crezca, por ello, Liga Mexicana de Fútbol de Personas de Talla Baja, inicia como mixta, lo cual quiere decir que una mujer de talla baja interesada puede integrarse. “Ser mujer no impide jugar futbol. Ser mujer de talla baja, tampoco”.

Ya por la noche del mismo sábado 21 de octubre, los integrantes de la liga difunden fotos en su página de Facebook con un mensaje de festejo de la Liga donde Lobos de Ecatepec se impuso como campeón del cuadrangular frente a Furia Neza:

“Nos sentimos muy contentos porque esto es el comienzo de grandes cosas. El futbol de talla baja está agarrando más poder en México. ¡Que viva la inclusión! ¡ Que viva el deporte! y ¡Que viva talla baja!”.

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