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Un canto en el Metro, para poder vivir
Caso Paco Stanley

La serie "El show: Crónica de un asesinato" de Diego Ernique Osorno devela nuevas líneas de investigación del caso Stanley (Foto: Germán Romero/CUARTOSCURO).

Caso Stanley: entre el espectáculo, la nota roja y la búsqueda de justicia

Diana Juárez Torres, reportera / Corriente Alterna el 7 de junio, 2023

La muerte de Paco Stanley paralizó a Televisa y TV Azteca. El 7 de junio de 1999 su asesinato se convirtió en un show mediático. Las secciones de espectáculos, la nota roja y los noticiarios  se sumaron a su cobertura. Venticuatro  años después, el escritor, cronista y documentalista Diego Enrique Osorno muestra nuevas líneas de investigación sobre el caso en la serie El show: crónica de un asesinato, que se estrena en la plataforma Vix este 7 de junio.

—Yo veía el caso Paco Stanley como parte de la cultura popular —cuenta en entrevista el guionista y director de la serie—. Después me di cuenta que tenía líneas políticas, sociales, culturales y de criminalística A partir de eso montamos nuestro equipo de investigación.

El trabajo duró más de un año. Se involucraron cineastas y periodistas que compartieron “sus espíritus”, según Diego Enrique Osorno, es decir, sus saberes e intereses.

—Ahí fuimos trazando un chingo de líneas de investigación. El primer capítulo es sólo un recuento de lo que sucedió. En los siguientes capítulos ya se siente nuestro trabajo. Los periodistas que aparecen son los que cubrieron el caso. Noé Alvarado, de La Prensa, y Francisco Rodríguez, de Reforma, que habían cubierto muy bien el caso. Eduardo Salazar (periodista de Televisa que reportó los hechos sobrevolando la ciudad en helicóptero)… cuando pensaba en el caso, tenía en mi mente el helicóptero.

El asesinato del conductor de televisión y comediante ocurrió a “plena luz del día”. Stanley salía del restaurante El Charco de las Ranas, en la colonia Jardines del Pedregal, sobre el Periférico Sur de la Ciudad de México. El hecho conmocionó a la sociedad, comenta Osorno. Fue uno de los primeros incidentes ocurridos de esa manera, dice, aludiendo a los crímenes que hoy se registran diariamente.

Además, se trataba de un momento de cambio, tanto político como en el sistema de medios. Por un lado, en el entonces Distrito Federal gobernaba el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Era el primer gobernante de oposición, después de muchas décadas de administraciones priistas. Por el otro, el 8 de julio de 1993, Ricardo Salinas Pliego adquirió la cadena estatal Imevisión que pronto se convirtió en TV Azteca: la primera competidora de Televisa.

La “romantización” de la pobreza

Francisco Jorge Stanley Albaitero, conocido como Paco Stanley, “surgió desde abajo”, recuerda Benito Castro, músico, actor e imitador entrevistado para la serie. Recuerda una anécdota sobre la infancia de Stanley: cuando su padre lo echó de la cama y tuvo que dormirse en el suelo, una rata le mordió el labio. “Eso lo recordaba con mucha tristeza”, revela Castro.

Con la serie “El show: crónica de un asesinato”, Diego Enrique Osorno revisar la semilla de este mal sistema de justicia que tenemos (Foto: Cuartoscuro)

Paco Stanley inició como conductor de radio en la XEX-AM, en el programa Capitanes Infantiles del Aire, en el que interpretaba varios personajes. Su conexión con el público lo llevó a la televisión, donde apareció en programas como Alegrías de Mediodía, La Carabina de Ambrosio y El Club del Hogar (al lado de Francisco Fuentes, “Madaleno”). Luego se convirtió en el presentador estelar de sus propios shows: Pácatelas, en Televisa, y Una tras otra, en Tv Azteca.

La historia de Stanley es la de un hombre que sale de la pobreza y se convierte en rico: llegó a cobrar hasta 70 mil pesos “por mención de un producto comercial” en sus programas.Programas que se adaptaban al estilo narrativo de Televisa, fábrica de telenovelas como Marimar (1999) o María la del Barrio (1995), donde personas o familias en situación de pobreza tienen un golpe de suerte y escalan la pirámide social.

“México es un país de una clase modesta muy jodida, que no va a salir de jodida –declaró Emilio Azcárraga Milmo en 1993. Celebraba el éxito de la novela Los ricos también lloran–. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil”.

“¡Qué lindo soy, qué bonito soy, cómo me quiero!”

El estilo de Paco Stanley formó parte del humor mexicano en ciertos sectores  sociales. Frases y expresiones como “¡Qué lindo soy, qué bonito soy, cómo me quiero!”. “¡Ay, ya ya ya, por favor!”. “¡Tienes cara de cereal inflado!”. “¡Chicas del coro!”… aún resuenan en las conversaciones de familias mexicanas que fueron seguidoras de sus programas.

La revisión del Caso Stanley permitió al documentalista Diego Enrique Osorno revisar y conocer esa cultura de entretenimiento. “La forma en que necesitamos entretenernos y, hasta cierto punto, es una evasión de los problemas reales. Hasta qué punto es algo que nos ayuda a soportar la terrible realidad de lo que tenemos”, comparte previo al lanzamiento de la serie.

El entretenimiento y la política tenían una conexión: Francisco Jorge Stanley, el comediante, tuvo también su propia carrera política en el PRI. Fue subsecretario de Comunicación de la Secretaría de Técnicos y Profesionales de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) y titular técnico del Consejo Consultivo del Primer Distrito Electoral en la Ciudad de México. Por las mañanas, además, Stanley transmitía las noticias en el canal ECO: Empresa de Comunicaciones Orbitales, un canal de paga de Grupo Televisa concebido en 1988 por Jacobo Zabludovsky. Sólo por las tardes se dedicaba a los programas de comedia.

Salida de Paco Stanley de Televisa

Tras la muerte de Azcárraga Milmo (1997), quedó como director de la televisora su hijo Emilio Azcárraga Jean quien, a sus 25 años, buscaba una renovación de la empresa. De ahí que declarara su independencia de cualquier partido: “Le vamos a México”.

Entre los cambios que hizo Azcárraga Jean para renovar el canal fue sacar a Paco Stanley  de la programación. El despido fue aprovechado por Tv Azteca, en donde lo invitaron a integrarse a su programación junto con su amigo Mario Bezares.

Este es otro de los temas en los que insiste Diego Enrique Osorno. Su serie intenta echar luz sobre el estigma social que padecieron los sospechosos por la muerte del comediante. El mismo Bezares, su compañero del programa en TV Azteca. Brenda Yamilé Jiménez, conocida como Brenda Bezares por ser pareja de Mario. Paola Durante, ex-integrante del equipo de Stanley. Y Erasmo Pérez, El Cholo, a quien supuestamente Stanley debía dinero.

Medios cuestionan al poder

“México se quedó huérfano”… Fue una de las frases que resonó tras su muerte y una que marca el primer capítulo de la serie documental. Este acontecimiento, el asesinato de Paco Stanley, le permite a Osorno contar el México de aquel entonces. Una sociedad de clase media y media baja que sólo tenía la televisión para entretenerse, según los términos de Emilio Azcárraga Milmo quien, según se escucha en el documental, llegó a sugerir a los arquitectos construir las casas tomando el aparato de televisión como centro.

—Fue a partir de este asesinato cuando los medios dejan de ser soldados del poder –comparte Carlos Sosa, productor–. Empiezan a ser un poder en sí. De decir: ‘Somos soldados del PRI’ —como dijo Emilio Azcárraga Milmo, “El Tigre”, fundador de Televisa—… los medios dijeron: ‘Queremos una silla’… Y los medios empiezan a liberarse, comienzan a tener su agenda.

Jorge Garralda, conductor del programa A quien corresponda de Tv Azteca, estuvo entre las voces que cuestionó al entonces jefe de Gobierno, Cuauhtémoc Cárdenas, sobre la seguridad en la capital.

—Señor Cuauhtémoc Cárdenas: es la ciudad que usted nos está dejando. Quiere ser candidato de la República (a la presidencia) y nos están matando a los mexicanos. ¡Basta ya de eso! —dijo el conductor tras enterarse de la muerte de su colega.

En otro momento también Jorge Garralda atribuyó el asesinato al exjefe de Gobierno.

—La responsabilidad es de Cuauhtémoc Cárdenas, el Jefe de Gobierno, un señor que nos prometió y hoy lo único que le he visto hacer es formarse en otras filas de otro partido. Ahora está buscando la grande. Usted disculpe, soy mexicano harto de lo que estoy viviendo.

Las voces de la serie documental

Jorge Garralda, conductor de TV Azteca; Lilly Téllez, exreportera de Tv Azteca y ahora senadora del PAN; Ricardo Salinas Pliego, presidente de TV Azteca, y Emilio Azcárraga Jean, presidente de Grupo Televisa, son algunas de las voces que aparecen en El show: crónica de un asesinato.

Se contactó a más de 400 personas, adelanta Osorno. “Se entrevistaron a 200 y, al menos, 40 salen a cámara”.

Además, Diego Enrique asegura no haber enfrentado ninguna limitante para la realización. Esto a pesar de que la serie le fue solicitada por Marie Jeanne Kushfe y Dayana Rodrigues, directora y productora de N+Docs, de Televisa. La búsqueda de la justicia y cómo ésta se termina convirtiendo en un espectáculo; cómo opera el poder y su resistencia. Tales son los principales ejes que aborda Osorno.

—Este es un documental sobre la justicia y es una oportunidad para revisar la semilla de este mal sistema de justicia que tenemos. La diferencia con el caso Colosio es que el PRI tenía el control. El caso Stanley ocurre en 1999, donde ya hay un tripartidismo, hay un jefe de gobierno en la Ciudad de México y había una oportunidad para que hubiera acceso a la justicia de manera cabal y no hubo justicia; y ese mal precedente lo venimos arrastrando hasta la fecha.