Científicos mexicanos acusados por la FGR, esta es su historia
El 24 de agosto de 2021 comenzó una de las historias más inesperadas en el mundo académico mexicano: la Fiscalía General de la República (FGR) acusó a 31 personas, exfuncionarias y gestoras de instituciones científicas, de delitos graves como “delincuencia organizada”, “operaciones con recursos de procedencia ilícita” y “peculado”.
Entre las personas imputadas estaban Enrique Cabrero, Julia Tagüeña, José Franco y Gabriela Dutrénit. Corriente Alterna conversó con las dos últimas para reconstruir este episodio que, dados los alcances mediáticos, afectó su vida personal y profesional.
La acusación, que llevó a estas mujeres y hombres de ciencia a experimentar uno de los momentos más oscuros de sus vidas, llegó hasta la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador. De tal suerte que, tras los señalamientos en “la mañanera”, fueron objeto de ataques en redes sociales.
Un hecho preocupaba especialmente a los acusados: su proceso estaba radicado en el mismo juzgado donde se acusaba a Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera. De ser encontrados culpables, la primera cárcel que pisarían sería el penal de máxima seguridad de El Altiplano, conocido como La Palma.
Solidaridad hacia la comunidad científica
Frente a todo ello, surgió el apoyo de la comunidad científica nacional e internacional, solidaridad que resultaría fundamental para resistir el acoso, según los mismos protagonistas.
Tras un primer análisis del expediente presentado por la fiscalía, el juez federal Gregorio Salazar decidió que no había caso penal que juzgar. Sin embargo, sería hasta un año y medio después cuando que el mismo juez dictara el sobreseimiento del proceso judicial para cinco de los científicos, entre ellos José Franco y Gabriela Dutrénit.
La FGR no logró su cometido y, a pesar de su inconformidad, los científicos mexicanos quedaron absueltos y el caso cerró sin cargo alguno en su contra. Esta es la historia.