Andalusia K. Soloff y la defensa del periodismo independiente
Andalusia Soloff impartiendo clase sobre la defensa de los derechos de periodistas freelance en la UIP

En la pantalla aparece el rostro de Andalusia K. Soloff, Andalalucha. Se cubre la mitad de la cara con un libro de portada negra titulado: Vivos se los llevaron: Buscando a los 43 de Ayotzinapa. El gesto ocurre durante la Clase Magistral ofrecida a estudiantes de la Unidad de Investigaciones Periodísticas (UIP) de la UNAM, mientras habla sobre la necesidad urgente de condiciones justas para ejercer el periodismo en México.

“Soy fundadora de la asociación civil Frontline Freelance México, o más bien cofundadora, porque esta clase de cosas solo se hacen de forma colectiva”, y añade que el periodismo independiente no es una hazaña individual, sino una forma de resistencia en comunidad.

Andalusia K. Soloff ha reporteado sobre temas de violencia, género, migración y derechos humanos desde trincheras diversas. En 2023, su dirección de un episodio sobre Iztapalapa para la serie, Un sentido de comunidad: Iztapalapa, producido por el canal Al Jazeera English, la llevó a una nominación a los premios Emmy en la categoría de mejor reportaje en español. Y su libro, publicado por PLAN B, se enfoca en la búsqueda de las familias para encontrar los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en 2014.

Andalusia K. Soloff se cubre medio rostro con su libro Vivos se los llevaron: Buscando a los 43 de Ayotzinapa
Andalusia K. Soloff se cubre medio rostro con su libro Vivos se los llevaron: Buscando a los 43 de Ayotzinapa

Durante la charla, la reportera explica el origen de Frontline Freelance Register (FFR), una red internacional creada en 2013 que cuenta con unos 850 miembros. “Durante las guerras en Iraq, Siria y Libia, muchos medios dejaron de mandar corresponsales. Contrataban a freelancers para evadir responsabilidades. Así nace esta organización: porque muchos periodistas están al frente, sin una red”.

En México, Andalalucha impulsó la fundación en 2019 de Frontline Freelance Mexico (FFM), que cuenta con más de 200 miembros actualmente.

“Cada vez hay más periodistas freelance. Muchos trabajan con uno o dos medios, pero no tienen prestaciones ni garantías”, señala.

La ausencia de mecanismos gremiales para calcular el valor del trabajo es otra de las preocupaciones que plantea: “Estamos trabajando en crear un tabulador para estimar cuánto deberíamos cobrar. Un video por sí solo no tiene valor. Hay que preguntarse: ¿Cuánto cuesta mi equipo? ¿Quién edita? ¿Quién graba? ¿Qué riesgos implica?”.

Para explicarlo, recurre a una metáfora local: “Es como rentar una trajinera. Te dicen que son 100 pesos por persona, luego otro dice que 80 o 110. Pero entre ellos ya acordaron cuánto vale su trabajo. Eso tenemos que hacer en el periodismo independiente: definir un precio justo”.

Señala que en países como México, ese cálculo incluye una variable difícil de asumir: la posibilidad de perder la vida. “Nuestra organización colabora con ACOS (A Culture of Safety) Alliance para impulsar una cultura de seguridad. Los medios deben cubrir viáticos y hospedajes desde antes, no después del accidente”, dice.

El recuerdo de Berenice Giles y Miguel Rojas apareció en la sesión como advertencia y duelo. Ambos murieron el pasado 5 de abril mientras cubrían un concierto. “A veces los medios se aprovechan de que te den acceso gratuito a un evento para no pagarte. No es justo. Bere y Miguel estaban haciendo su trabajo”, dice la periodista.

Entre anécdotas y estrategias, insiste en una idea central: saber presentarse ante los medios. “Pueden preguntarte: ¿Por qué confiarte esta historia? Tener publicaciones previas, un perfil profesional, hasta trabajos escolares que nunca vieron la luz puede marcar la diferencia”.

También reconoce lo inevitable: la precariedad y la competencia son parte del camino. “Todos hemos aceptado trabajos mal pagados. Nadie empieza con estabilidad. Pero con el tiempo puedes decidir con quién trabajar y con quién no”.

Casi al final, la conversación vuelve al mismo punto de partida. Al libro que sostiene entre las manos. A la historia que eligió contar sobre el periodismo independiente. “Nunca se puede saber lo que va a caer cada mes, pero poquito a poquito lo voy sacando adelante”, dice.