De Pakistán a Taiwán, pasando por México, las mujeres han tenido un papel central en la creación cinematográfica, pero han sido invisibilizadas. Especialistas de diversas partes del mundo se reunieron, del 16 al 21 de abril, en el Congreso de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) organizado por la Filmoteca de la UNAM. Corriente Alterna recuperó pinceladas de las historias de algunas cineastas.
Trabajo sexual, explotación laboral, lesbianismo, crecimiento profesional por encima de las actividades domésticas y cuidados del hogar. Estos fueron algunos de los temas que interesaron a las mujeres cineastas en los años 70 y 80 del siglo XX en todas las regiones del mundo.
Ejemplos de ello: Mi-Mi Lee (1946), directora de cine taiwanesa, y Noor Jehan (1925-2000), pakistaní, directora, actriz y cantante que en sus interpretaciones dejaba ver su postura política.
India: por condiciones de igualdad en la industria
De acuerdo con el reporte O Womaniya! 2022, realizado por Ormax Media y Film Companion, sólo 10% de los puestos de dirección, diseño de producción y edición fueron ocupados por mujeres el año pasado en la industria fílmica hindú.
El dato sirve a Madhuja Mukherjee para referirse a la lucha que libran las mujeres en India para lograr condiciones equitativas para su desarrollo y participación en la cinematografía de su país.
“Las biografías y las columnas de chismes en las revistas no dan el suficiente detalle sobre quiénes son esas mujeres. Puede ser el caso de mujeres, esposas de productores de cine, que hacían el trabajo de la compra y diseño del vestuario; pero eso lo consideraban el trabajo doméstico de ellas”, dice Mukherjee, directora y guionista, en entrevista para Corriente Alterna.
“No se les pagaba ni eran reconocidas como profesionistas o profesionales”, agrega
Mukherjee, directora y guionista.
La también profesora de Jadavpur University de India visita México para participar en la mesa “El cambio se avecina: prácticas para la equidad de género en el archivo”, del Congreso de FIAF 2023.
“En una ocasión, un productor se acercó a mí para preguntarme si yo, como mujer, era capaz de dirigir a 500 personas en una escena… Él consideró que la asignación me sobrepasaba”, relata Mukherjee.
A través de su trabajo como docente e investigadora, enfocado en la industria del cine de los años 30 a los 80 del siglo pasado, Mukherjee abordó el tema de la presencia de la mujer en la industria. Subrayó la idea de que el contenido de un archivo fílmico no es sólo la película sino, también, el vestuario, los guiones y otros elementos, que se convierten en otras maneras de contar la historia del cine. Sin embargo, “actualmente no se les valora”, pues muchas veces se pierden o se venden como “chatarra”.
Se destacó la importancia de la creación de los sindicatos, pueden ser de mujeres o mixtos para hacer frente a la dominación de los hombres en la industria, las tramas que replican estereotipos de género y la brecha de género en el pago de los salarios. “Sindicatos como el de las mujeres que bailan en las películas de Bollywood pueden ejercer presión para establecer políticas de pago igualitario”.
Mi-Mi Lee y Noor Jehan: mujeres visionarias
Un ejemplo del escenario de lucha en el cine de las mujeres es Noor Jehan (1925-2000) actriz, cantante y directora de cine pakistaní, cuya trayectoria fue presentada por Amal Ahmed, artista y escritora, que se adentró en la vida de Jehan en su proyecto de tesis para la maestría en el Programa de Conservación y Archivo de Imágenes en Movimiento de la Universidad de Nueva York. Su investigación la presentó el segundo día del congreso, en la mesa: “Ampliando el discurso: Trabajo curatorial desde una perspectiva femenina”.
Noor Jehan, quien dejó registro de una trayectoria de más de medio siglo en la industria cinematográfica. Actuó en más de 50 películas. Es una de las actrices más reconocidas del siglo XX en el sur de Asia.
Además de su trayectoria cinematográfica, Jehan también dejó un acervo de más de 10 mil canciones (12 de ellas de temática bélicas transmitidas en Radio Pakistán durante la guerra de 1965). Su primer divorcio le dio más popularidad, según la investigación que presentó Amal Ahmed, en el Congreso FIAF 2023.
En su segundo matrimonio, con Ejaz Durrani, éste le pidió dejar de actuar. Ella aceptó, señalando que lo único que no podía dejar era el canto.
Otro buen ejemplo de historias poco conocidas fuera de su país, pero de gran valía para la historia de la cinematografía mundial hecha por mujeres, es el de la cineasta taiwanesa Mi-Mi Lee (1946).
En sus películas, Lee cuestiona los roles de la mujer y desarrolla narrativas poco habituales en su país en los años 80. Fuera del estereotipo de género, señala Chun-Chi Wang, profesora de cine en la Universidad Nacional Dong Hwa de Taiwán, quien compartió su investigación en torno a esta figura taiwanesa en el congreso de la FIAF
Los temas de Mi-Mi Lee, hoy más abiertos al debate público, aunque no exentos de polémica, abarcaban desde el desarrollo profesional de las mujeres hasta la maternidad fuera del matrimonio, pasando por la homosexualidad femenina, en cintas como Noticias de la noche, Madres solteras y Escuela de Niñas.
“Hay que ver los archivos del pasado, tocan temas que nos interesan ahora”,
destaca Chun-Chi Wang.
En Girl’s School (1982), Lee trata el tema de las relaciones lésbicas a partir de la historia de dos estudiantes, mientras que en Unmarried Mothers (1980), la directora traza las redes de apoyo entre mujeres que ayudan a enfrentar esa situación. En este film cuenta la historia de Hisiao-Peng, enviada a una casa de maternidad para madres solteras jóvenes, donde supera la depresión y crea lazos con otras mujeres. Su tercera obra, Evening News (1980), toca el tema del aborto: una mujer decide interrumpir su embarazo por priorizar su carrera.
Sobre Mi-Mi Lee hay poco registro de su vida y obra, incluso digital. La conocemos por el trabajo de archivo que realizó Chun-Chi Wang, quien nos comparte que la cineasta, que aún vive, llegó a expresar: “El cine es mi matrimonio”.
El ojo feminista en el cine mexicano
En el caso de México, también las realizadoras de filmes cuestionaron su rol en la sociedad a través de sus creaciones.
El Colectivo Cine Mujer, primer grupo de realizadoras feministas en el país, produjo obras cinematográficas entre 1975 y 1987. Algunas de ellas: Cosas de mujeres (1978), Rompiendo el silencio (1979), Vicios en la cocina (1977) y Amas de casa (1984). Éstas hoy pueden ser apreciadas gracias al trabajo de rescate realizado por la Filmoteca de la UNAM y el Festival Internacional de Cine de Valdivia, en Chile.
Ambas instancias sumaron esfuerzos para digitalizar y conservar una parte de este trabajo y hacerlo accesible al público, señala Alejandro Gracida, archivista del Departamento de Catalogación de la Filmoteca universitaria.
Algunos de los temas abordados por estas cineastas en aquellos años eran considerados tabú por algunos sectores de la sociedad: el aborto, la participación política de las mujeres y su lucha por dejar de ser objeto decorativo en el cine nacional.
La premisa feminista de “lo personal es político” fue un elemento central en su producción.
“Las películas del Colectivo Cine Mujer conforman, a la fecha, una mirada femenina de la realidad y su realización. Una mirada que, en la actualidad, cobra segunda vida y se inserta en un debate vivo”, concluye Gracida.