El miércoles 24 de agosto la organización Periodistas Unidos realizó un acto de protesta frente a la Fiscalía General de la República (FGR) por el asesinato del periodista Fredid Román, ocurrido en Chilpancingo, Guerrero, el pasado 22 de agosto.
Fredid Román, con más de cuatro décadas de trayectoria en medios informativos, es el décimo quinto periodista asesinado en México en lo que va de 2022. Por esta razón, integrantes del gremio “clausuraron” simbólicamente las puertas de la Fiscalía General de la República (FGR) con cintas amarillas; posteriormente, colocaron veinte veladoras y pegaron las fotografías de las y los periodistas asesinados en el país, acompañadas de dos consignas: “No se mata a la verdad”, “Ni silencio ni olvido”.
El periodista Rodolfo Montes, a nombre del colectivo de comunicadores, dirigió un mensaje al medio centenar de personas reunidas en las puertas de la institución encargada de procurar justicia. Destacó la grave crisis de seguridad y la precariedad laboral que padecen las y los trabajadores de la información y exigió un alto a la ola de asesinatos. “Hemos sido testigos del cobarde asesinato de Fredid Román Román. Abrazamos a su familia y a sus camaradas, quienes siguen exigiendo justicia”.
Tras la participación de Montes, Jonathan Cuevas, periodista desplazado por la violencia en Iguala, Guerrero, leyó un posicionamiento para exigir a las autoridades “garantías de seguridad” para los periodistas y sus familiares. “No queremos que haya más periodistas desplazados de sus comunidades o de sus ciudades, que tengan que huir a causa de la violencia y de la inseguridad, como si nosotros fuéramos los delincuentes”, demandó.
Cuevas se refirió a la “nula seguridad” que otorgaron las autoridades a Fredid Román, pues sólo en su sepultura el periodista y su familia tuvieron protección. “Hoy si mandaron policías. Mandaron policías estatales y policías ministeriales. Sin embargo, en vida, no se atendió”.
En entrevista para Corriente Alterna, Jonathan Cuevas rememoró la situación que viven los periodistas de Iguala y cómo, él y sus compañeros, han sido obligados a abandonar su ciudad. “Tan sólo, de tres años hacia acá, más de 13 periodistas de Iguala han sido desplazados. Estamos hablando de un municipio que tiene alrededor de 160 mil habitantes, un municipio pequeño”.
Antes de salir de Iguala, Cuevas recibió amenazas durante un año; en redes sociales realizaron campañas de desprestigio (campañas que continúan), vandalizaron su vehículo y lo amenazaron de muerte. Actualmente, Jonathan vive en un refugio, lejos de su entorno laboral y familiar. “Lamentablemente, no vemos para cuándo podamos regresar a nuestra tierra. Digo nuestra tierra porque ahí nací, en Iguala de la Independencia”.
Aunque no tenía una relación cercana con Fredid, el periódico de Román le compraba información a la agencia de noticias donde trabajaba Cuevas. “El compañero era conocido. Tenía una trayectoria ya muy larga en el periodismo”, cuenta Jonathan. “Es un compañero que a todos, en Guerrero, nos duele. Nos duele su asesinato y nosotros estamos exigiendo que haya justicia, que no quede en la impunidad”.
Casi una hora después de iniciado el acto, tuvo lugar la última acción de la protesta. Miembros de Periodistas Unidos e integrantes del Sindicato Único de Trabajadores de Notimex pintaron en el suelo quince siluetas representando a los periodistas asesinados este año.
Alejandro Meléndez, subdirector de Periodistas Unidos, habló para Corriente Alterna de la nula existencia de respaldo para ejercer el periodismo y de cómo las fiscalías no han resuelto los casos de periodistas asesinados. “Es una señal que dan las fiscalías para los asesinos o para cualquier político con el poder de mandar asesinar a un periodista; y, pues, no van a hacer nada”, lamenta.
Por otra parte, Meléndez adelantó que en poco tiempo Periodistas Unidos intentará localizar a la familia de Fredid Román para apoyarla y acompañarla. “Hoy fue el sepelio. Entonces, hasta que pasen unos días, trataremos de localizar y ver cómo está la familia”.
Del año 2000 al 21 de agosto de 2022 17 periodistas fueron asesinados en el estado de Guerrero: tres en el sexenio de Vicente Fox, seis en el de Felipe Calderón, cuatro en el de Enrique Peña Nieto y cuatro en el de Andrés Manuel López Obrador… Ahora serán cinco. La muerte de Fredid Román se suma a esta terrible cifra.