Llevaba el rostro cubierto y advirtió que no podía decir su nombre.
–Soy acompañanta –dijo–. Me volví acompañanta porque cuando tenía 16 años mi pareja me violó.
Pasaban de las dos de la tarde y miles de mujeres se habían dado cita en el Monumento a la Revolución de la Ciudad de México para conmemorar el Día de Acción Global por la Despenalización del Aborto.
–Tuve un aborto fuerte, tuve un aborto duro y no por culpa del misoprostol; fue por culpa de todas las personas que me juzgaron y me violentaron fuera de una clínica.
Otra mujer embozada habla megáfono en mano frente a decenas de mujeres que la rodeaban. Su labor es informar sobre las medidas de seguridad que se tomarán durante la marcha. Después de anunciarlas dejó el micrófono abierto para que la pequeña asamblea se convirtiera en un espacio para que otras mujeres y personas gestantes contaran sus experiencias sobre la interrupción del embarazo.
Tras el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el 7 de septiembre pasado, donde ministras y ministros declararon inconstitucional la penalización del aborto, las mujeres llegaron a gritar consignas contra la violencia de género pero, también, a festejar.
Aunque, por el momento, la declaratoria sólo es efectiva en Coahuila: todavía no significa la despenalización del aborto en México. Para que se aplique en todo el país se deben interponer recursos legales en cada uno de los estados donde el aborto todavía está penalizado.
La marcha arrancó a las tres y media de la tarde. Del Monumento a la Revolución, más de tres mil 500 mujeres caminaron hacia el Ángel de la Independencia por Avenida Reforma y, luego, de regreso hacia el Zócalo.
Al centro caminaron las mujeres que sólo querían participar, lucir sus pancartas, gritar consignas feministas; alrededor iban quienes querían hacer pintas. Al frente, un contingente de madres e infancias coronado por una pancarta donde podía leerse la frase: “pelea como niña”.
Los bloques negros –las mujeres encapuchadas, algunas armadas con martillos– iban al final de la marcha y a las orillas. Fueron ellas quienes se enfrentaron a la policía e intentaron derribar las vallas de protección que rodeaban al Ángel de la Independencia y la recién bautizada Glorieta de las Mujeres que Luchan, vitoreadas por la multitud.
一Yo soy de la Ciudad de México, sé que aquí tenemos varios derechos conquistados –dice Beca, una mujer con varios meses embarazo–. Pero aún falta despenalizar el aborto en todo el país.
Hasta el momento, Oaxaca, Hidalgo, Veracruz y la Ciudad de México son las unicas entidades donde es legal el aborto hasta la semana 12 de gestación sin importar las causas o motivos de esta decisión.
El año pasado se registraron 11 mil 239 mujeres que hicieron uso del servicio de Interrupción Legal del Embarazo. Las entidades con el mayor número de abortos legales desde 2007 a la fecha son el Estado de México –donde la ILE sólo es legal en caso de violación, salud de la mujer en peligro, aborto imprudencial y alteraciones graves en el producto– y la Ciudad de México. Sin embargo, durante la pandemia de covid-19, el número de procedimientos de ILE disminuyó un 25% en la capital, lo que pudo derivar del aumento de embarazos no deseados.
La marcha por la despenalización del aborto en México dejó un saldo blanco, sin reportes de detenciones ni heridas, aunque algunas integrantes del bloque negro tuvieron que ser atendidas por paramédicos luego del constante forcejeo con la policía y la exposición al gas pimienta frente a Palacio Nacional.
Antes del anochecer, sobre la plancha del Zócalo y lejos de los enfrentamientos, Beca paseaba su barriga de varios meses de embarazo. Debajo de su blusa morada se leía un mensaje escrito alrededor de su ombligo: “la maternidad será deseada o no será: 28S”.