Después de atender pacientes con COVID-19 en el Hospital de Especialidades “Dr. Belisario Domínguez”, la enfermera Jazmín Zulema Sixto Moreno se trasladaba a su casa en Chalco. Había sido una jornada extenuante. Viajaba en la Línea 12 del Metro, justo en el vagón que esa noche, la del 3 de mayo de 2021, caería al vacío tras el colapso de una trabe y causaría la muerte de, al menos, 25 personas.
Jazmín salió disparada del tren y sufrió una “ruptura de bazo”. Aunque fue trasladada de inmediato al mismo hospital donde trabaja, sin atención médica de emergencia, una ruptura del bazo, ese órgano que ayuda a filtrar la sangre, puede causar la muerte. A Jazmín, de 28 años, le salvó la vida otro enfermero.
Sería la suerte o la cercanía de algunos hospitales, pero fue un enfermero que pasaba por el lugar del accidente quien, todavía con mochila en la espalda, la atendió de inmediato. Una foto circuló en redes sociales y los usuarios aplaudieron la labor, una vez más, del personal de salud. Esa imagen permitió, también, que la prima de Jazmín la ubicara. “Es ella, la que llevan en la camilla, mi querida prima”, comentó la joven en Facebook.
Martes 4 de mayo. No ha pasado ni un día desde el colapso. Jazmín ingresó a quirófano y ya fue operada. Afuera del hospital espera su tío, Norberto Moreno. “Nos reportan que está grave”, comenta a los reporteros que cubren el suceso. “Afortunadamente la atendieron a tiempo, pero perdió mucha sangre”.
Jazmín viajaba en la llamada Línea Dorada con su esposo Juan Carlos, quien es atendido en el mismo hospital.
La burocracia de la tragedia
Decenas de hijas, padres, madres, amigues y hermanes deambulan buscando a sus seres queridos que viajaban en la Línea 12 del Metro al momento del accidente. El registro de las autoridades capitalinas sobre las víctimas confunde a veces: en cada actualización cambian algunos datos, como la edad, apellidos o estatus de salud de las personas.
Para quienes sobrevivieron, comienza otra angustia: la burocracia del sistema de salud público. El señor Mario Hernández, por ejemplo. Desde la noche del 3 de mayo lo han trasladado a tres hospitales. En ninguno lo recibían. Sufrió una fractura en la pierna y, según su hija, lo atendieron hasta que denunció en redes sociales. “Nos decían que nos hiciéramos cargo nosotros y que, si queríamos un traslado, nosotros debíamos conseguir la ambulancia”.
Son las tres de la tarde, todavía es martes 4 de mayo. En el Hospital General de Xoco, Tania Lezama Salgado espera atención médica. Tiene 15 años. El diagnóstico que les dieron a sus familiares indica que sufre una hemorragia interna y fractura de columna; pero los médicos siguen sin atenderla porque, dijeron, “sospechan” que la adolescente tiene coronavirus.
“A la gente que sufrió el percance en el Metro la están dejando a su suerte y hay quien está pidiendo caridad para que operen a su hija. ¡No se vale!”, dice una amiga de la familia.
Tania viajaba en la Línea 12 del Metro con su hermana Nancy, de 23 años, quien falleció en el accidente y fue identificada, casi 12 horas después, entre las víctimas mortales que fueron trasladadas a la Fiscalía capitalina en la Coordinación Territorial de Iztapalapa.
Por la noche, después de unas siete horas de angustia, la familia se entera por un comunicado de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México que Tania ya está siendo atendida y que requerirá una cirugía de pelvis. “Han corrido versiones y rumores de que se les pide pago por materiales y otros servicios que requieren las y los lastimados”, expone la autoridad en la nota informativa, por lo que aclara que todas las personas lesionadas recibirán servicios médicos sin costo.
Hasta las 9:00 horas del 5 de mayo, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México reportaba 69 personas lesionadas en diversos hospitales públicos y privados: ISSSTE Tláhuac, Regional No. 2 del IMSS, General de Xoco, 20 de Noviembre, San Ángel Inn, Gran Hospital Roma, Magdalena de las Salinas, Hospital Álvaro Obregón, General de Iztapalapa, General Balbuena, General La Villa, “Dr. Belisario Domínguez”, “Dr. Darío Fernández Fierro”, Sanatorio Durango, General de Zona No. 47 y Hospital Ginecológico.
La misma instancia informa que, hasta el momento, hay 23 personas sin localizar; 26 dadas de alta y 25 fallecidas, entre ellas el niño de 12 años Brandon Giovanny Hernández Tapia. Desde la noche del 3 de mayo, Marisol Tapia, la madre de Brandon, buscó desesperada a su hijo. El niño viajaba en la Línea 12 del Metro con su padre. Había localizado al papá en un hospital, pero no tenía información de Brandon. Casi 21 horas después, la Fiscalía de la Ciudad de México identificó el cuerpo del menor.