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El día que amaneció dos veces
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Foto: Rogelio Morales / Cuartoscuro.

El lento avance de la vacunación en México

La logística de vacunación, centralizada por el gobierno federal, y la interrupción del flujo de las vacunas que llegan al país han contribuido a que la inmunización avance a paso lento.

Dulce Soto y Paris Martínez, reporteros / Corriente Alterna el 25 de febrero, 2021

México fue el primer país de América Latina que recibió vacunas contra el virus SARS-CoV-2. Inició la inoculación del personal de salud en diciembre —días antes de que hiciera lo propio Reino Unido— y de adultos mayores en febrero. Pero no bastó con ser el primero. La logística de vacunación contra Covid-19, centralizada por el gobierno federal, y la interrupción del flujo de las vacunas que llegan al país han contribuido a que la inmunización avance a paso lento. 

Las decisiones impuestas hasta ahora causan dudas en los expertos en salud. Involucrar en la campaña a los Servidores de la Nación (operadores de programas sociales de la Secretaría de Bienestar), por ejemplo. O postergar la vacunación del personal sanitario ante el retraso de envíos de la vacuna Pfizer. El riesgo es que el impacto de las vacunas en el control de la pandemia de COVID-19 en el país no se refleje en un corto plazo.

Un plan que no se cumplió

El Plan Nacional de Vacunación contra el coronavirus preveía vacunar, entre diciembre de 2020 y febrero de 2021, con el esquema completo de dos dosis, a 1.1 millón de profesionales de la salud que atienden a pacientes con COVID-19; así como a 14.4 millones de personas de 60 años o más y al resto de los trabajadores sanitarios. Sin embargo, el plazo casi venció y sólo se han vacunado a 670,737 profesionales hospitalarios, 71% con dos dosis;  a 737,195 adultos mayores y a 17,463 profesores, de acuerdo con los datos oficiales de la Secretaría de Salud federal.

La meta de la Secretaría de Salud federal era vacunar, en total, a 93.6 millones de mexicanos en 15 meses (hasta marzo de 2022); y, de esta cifra, a 47%, equivalente a 44.4 millones de personas, a más tardar en junio de 2021. Ahora parece difícil cumplir ese propósito, en parte, porque la producción de las vacunas es limitada y su distribución inequitativa.

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Foto: Michael Balam / Cuartoscuro.

A México, por ejemplo, le retrasaron durante tres semanas la entrega de vacunas de Pfizer, aunque ya se habían contratado, y otros embarques de la misma marca llegaron con 50% menos dosis de las pactadas. Sin embargo, el lento avance también se debe a la logística, que en los primeros días de la campaña de inmunización masiva registró desorden en varias entidades.

Además, la capacidad de las brigadas que aplican los biológicos es limitada: mientras que en otros países, como Estados Unidos, se logra administrar un millón de dosis al día, en México se aplicaron, en promedio, 118 mil vacunas diarias entre el 15 y el 23 de febrero. Es cierto que Estados Unidos ha tenido acceso a muchas más dosis que México, pero aquí se vacuna con inexplicable demora. Un ejemplo: las 219,375 dosis de Pfizer-BionTech que arribaron el 19 de enero de 2021, destinadas a los profesionales de la salud, se aplicaron en 26 días.

“Mientras se vacune con cantidades tan pequeñas y de la manera tan dispersa en la que se está haciendo, no vamos a ver impacto; la epidemia va a seguir como si no se estuviera vacunando”, advierte el doctor Malaquías López Cervantes, profesor de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM.

La vacunación contra Covid-19, explica, se centralizó en el gobierno federal. Esto pese a que no cuenta con la capacidad y la experiencia suficientes para operar la campaña de inmunización más grande de la historia. También, porque no aprovechó los recursos humanos con los que ya contaba el sector salud, como las brigadas utilizadas en campañas de vacunación previas. “Todos los estados tienen centros de salud, hospitales, médicos, enfermeras y personal administrativo. No tomar eso en cuenta me parece inconcebible”, dice el doctor López Cervantes.

Las brigadas Correcaminos

Las autoridades federales desplegaron 10 mil brigadas Correcaminos con el fin de vacunar en tiempo récord a la mayor cantidad de personas. No obstante, estas brigadas se integran por 13 personas: sólo un médico y una enfermera; los demás son cuatro operadores de programas sociales, cuatro elementos de seguridad, y tres voluntarios, que hasta ahora han sido también operadores de programas sociales o personal de los gobiernos locales. De estas personas no se justifica su participación, en términos sanitarios. “Si ocurre un incendio, esperas que vayan los bomberos, no los maestros. Es el equivalente. ¿Para qué rayos mandan gente que nunca en su vida ha estado trabajando en estas actividades? ¿Para qué cuando ya tenemos a gente entrenada y capacitada para hacerlo?”, agrega el especialista en Salud Pública.

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Elementos de la Guardia Nacional participan en el operativo de vacunación contra Covid-19. Foto: Gobierno de la Ciudad de México.

La labor de los Servidores de la Nación, que registran a las personas vacunadas después de que el personal de salud lo hizo en un censo distinto, retrasa la logística. “Se tardan más en registrarlos ellos, que en lo que los vacunan”, afirma un médico que integra una brigada Correcaminos, quien pide omitir su nombre por temor a represalias.

El éxito en Israel, uno de los países que más población ha vacunado, es que las vacunas se aplican en centros de salud y por un ejército de profesionales de la salud, indica López Cervantes. En México, según la integración de las brigadas, sólo 20 mil profesionales de la salud estarían participando en la campaña de inmunización. Para aplicar un millón de vacunas contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) en una semana de 2018 y realizar otras acciones de salud, las dependencias de salud dispusieron de más de 50 mil trabajadores sanitarios.

Elementos de seguridad sí han participado en otras campañas de vacunación. Sobre todo para proteger a los brigadistas y resguardar las dosis, pues en México se han denunciado robos de medicamentos y vacunas. La vacunación contra la viruela, en los años 70, se logró con brigadas yendo casa por casa, acompañadas por soldados. El operativo contra la polio se combinó con centros de aplicación masiva. Desde los años 80, las brigadas de vacunación se conformaban únicamente con personal de salud, afirma Rodrigo Romero Peregrino, coordinador de la Asociación Mexicana de Vacunología.

Vacunación contra Covid-19: zonas rurales vs. contagios

La vacunación contra Covid-19 inició con los adultos mayores en 330 municipios rurales fue una decisión polémica. La Secretaría de Salud federal explicó que fueron elegidos porque su letalidad —la proporción de personas que fallecen del total de contagiados— supera la media nacional. 

El doctor López Cervantes explica que, aunque algunas comunidades rurales sí reportan una mayor letalidad, su población es más pequeña y el número de contagios es menor al de las zonas urbanas, las cuales acumulan más decesos. Por eso, cuestiona que la inmunización de los mayores de 60 años arranque en estas localidades; considera que eso retrasará el impacto de la vacunación en el control de la pandemia.

Lo anterior se ilustra así. En la Ciudad de México, por ejemplo, la vacunación de los adultos mayores comenzó en Milpa Alta, Cuajimalpa y Magdalena Contreras. Estas tres alcaldías registran una letalidad de 2.83, 3.63 y 2.64, respectivamente. De acuerdo con un análisis de Corriente Alterna de los datos abiertos de la Secretaría de Salud federal, en Iztapalapa, una demarcación poblada y con un alto número de contagios de COVID-19, la letalidad es de 6.60; y, aquí, no ha iniciado la inoculación.

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Vacunan a adultos mayores de Milpa Alta, Ciudad de México. Foto: Rogelio Morales / Cuartoscuro.

Sin embargo, lo recomendable es vacunar a todos los adultos mayores de una misma demarcación para lograr su protección. Con el número de vacunas disponibles hasta ahora no es posible cubrir las localidades más pobladas. Es el caso de Iztapalapa, donde vacunar implicaría el riesgo de inmunizar a sus habitantes a medias.

El siguiente reto es la organización. En los municipios donde hace una semana inició el operativo de inoculación tienen poca población: menos de 100 mil habitantes. Pese a ello, en la mayoría no se ha podido aplicar la totalidad de las dosis que recibieron. En Ecatepec, que sí es un municipio poblado y con una letalidad de 13.98, la vacunación masiva se vio entorpecida los primeros días por la falta de personal capacitado.

En otros países la vacunación contra Covid-19 inició en los adultos mayores pero de manera masiva, sin diferenciar entre zonas rurales y urbanas; con módulos en grandes espacios, como estacionamientos y estadios, con el fin de vacunar a miles en un solo día y con sana distancia. Esto ha permitido que, en Estados Unidos, por ejemplo, se estime que la mitad de su población esté vacunada contra el nuevo coronavirus entre octubre y noviembre de este año. En Chile, con una población mucho menor a la de México y Estados Unidos, se estima que el 80% de sus habitantes estén vacunados en junio próximo, pese a que arrancó la inoculación en febrero.

Para México no existe una proyección así porque el abasto de biológicos ha sido irregular, sostiene el doctor Romero Peregrino. “Pero sí hay que pensar cómo le hacemos para que todos tengamos la protección lo más rápido posible”.

Pero hay algo positivo, apunta Guillermo de Anda, investigador en ciencia de datos biomédica. Que los adultos mayores, el grupo etario más susceptible de enfermar de gravedad y morir por coronavirus, ya estén recibiendo vacunas es una buena noticia. Si se logra inmunizar a toda la población de más de 60 años por municipio, se esperaría que se reduzca la mortalidad. 

Hasta ahora, explica, esta es la única posibilidad de control de la pandemia de COVID-19. La evidencia científica de las vacunas aprobadas para uso de emergencia sólo avala su capacidad para disminuir la probabilidad de enfermar de gravedad, no para prevenir los contagios.

El adiós a la emergencia sanitaria todavía se ve lejano, pero hay esperanza: México tiene contratos para recibir 106 millones de vacunas de aquí a mayo.