Nota
Con los sistemas de salud estatales precarizados por décadas, la mayoría de la gente opta por pagar una consulta de entre 35 a 50 pesos en la farmacia privada de su barrio. Esto es en ocasiones el único acceso a la salud. Muchos médicos de farmacia se han ganado a pulso una reputación positiva; otros, en cambio son de credenciales dudosas o han tenido un rol oscuro en venta inapropiada de medicamento. Para bien o para mal, han jugado un papel relevante (y silenciado) en la emergencia sanitaria, aunque no fueron contemplados en la estrategia nacional de atención.