Durante la pandemia en México un pequeño sector acude a una modalidad de escuela presencial: escuelitas clandestinas, “burbujas” de unos cuantos niños o guarderías instaladas en departamentos disfrazadas de “terapias”. Modelos de educación o convivencia infantil surgen pese a la prohibición oficial de la enseñanza presencial.
La Ciudad de México está al borde del colapso sanitario por COVID-19. Miles de personas peregrinan en laboratorios, farmacias y hospitales para conseguir medicamentos, tanques de oxígeno o camas de terapia intensiva.
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