Decenas de mujeres universitarias respondieron a la invitación para montar en tiempo récord Flor de Piña, una danza que muestra alegría y rigor físico.
Simón y Nicolás son dos hombres trans apasionados por la danza. Nos hablan de cómo el baile ha sido espacio de descubrimiento, sanación y reivindicación de las disidencias sexogénericas.
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si acepta o continúa navegando, consideramos que acepta su uso.